La tarjeta de crédito: el objetivo de los ciberdelincuentes

GUILLERMO GÜEMES
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Según los últimos datos del Ministerio del Interior, se han detectado 2.898 casos en Castilla-La Mancha. Por su parte, el Incibe detectó el año pasado 116.078 dispositivos vulnerables expuestos en Internet en la región

La tarjeta de crédito: el objetivo de los ciberdelincuentes - Foto: Tomás Fernández de Moya

Las nuevas tecnologías avanzan a una velocidad vertiginosa y como todas las monedas tienen su cara y su cruz. Los beneficios que proveen a la sociedad son diversos, un acceso rápido a la información, romper barreras espacio-temporales, aumento del entretenimiento o la generación de empleo, entre muchas otras cosas. Entre los problemas se encuentra uno en especial: la ciberdelincuencia.

Este asunto, que viene a ser aquellos delitos que se comenten por medio de Internet o algún dispositivo conectado a la red que vulnera la seguridad del usuario, afecta a miles de personas en Castilla-La Mancha. Según el último balance del Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), el año pasado se detectaron en la región 116.078 dispositivos vulnerables expuestos en Internet de forma no deseada o a software malicioso.

Desde Interpol aseguran que "los ciberdelincuentes son cada vez más ágiles y están mejor organizados, como demuestra la velocidad con que explotan las nuevas tecnologías, y el modo en que adaptan sus ataques y cooperan entre sí de forma novedosa".

Muchos de estos delincuentes aprovechan las trasformaciones digitales "para atacar, a través de sus puntos débiles, las redes, infraestructuras y sistemas informático", teniendo una repercusión económica y social enorme, "tanto para los gobiernos, como para las empresas o los particulares", explican en la Organización Internacional de la Policía.

Cuando se habla de ciberdelitos estos pueden ser tanto "los vinculados a la ciberseguridad, estos son contra datos o sistemas informáticos que vulneran su integridad, confidencialidad y disponibilidad" y los relacionados con "los delitos tradicionales, pero cometidos a través de medios digitales, explica la jurista y asistente legal, Raquel Rivillas.

Los ciberdelitos "están tipificados en el Código Penal", siendo los que más afectan a los ciudadanos los delitos de estafa o ingeniería social "estos son el phishing, smishing, vishing o carding" que consisten en "sustraer información a través de correos electrónicos, mensajes de texto (SMS), llamadas telefónicas o la falsificación de tarjetas de crédito", dice Rivillas.

Además, los "robos telemáticos y el ciberbullying" se dan con frecuencia en Internet. Cabe destacar los ataques informáticos, denominados ciberataques, como "el que sufrió la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) en 2021 por un ataque ransomware", un software malicioso que impide acceder al usuario a su ordenador o archivos personales, destaca la jurista.

El delito en Internet más repetido es el de la estafa con tarjetas de crédito con 2.898 casos detectados en la región, según los últimos datos publicados por el Ministerio del Interior. En la esfera digital "toda persona que haga uso de la tecnología es un objetivo potencial del cibercrimen", expone el consultor de ciberseguridad, Guillermo Talavero.

"Dependiendo del uso y su nivel de experiencia" unas personas serán más vulnerables que otras. Los adolescentes, por ejemplo, son más susceptibles "de caer en estafas en línea" o ser "víctimas o actores de ciberacoso", debido a su falta de privacidad en redes sociales. Los niños y las personas más adultas con frecuencia sufren malware, "al no tener bien configurado su dispositivo", concluye el consultor.