Cierres históricos por jubilación sin relevo generacional

M. E.
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En las últimas semanas varios comercios tradicionales de la capital han anunciado el cese de su actividad, o ya lo han hecho, sin la posibilidad de traspasar su negocio

Antonio Maroto, en su tienda, que cerrará al finales de este mes. - Foto: Rueda Villaverde

La tienda de música Musireal, Antonio Maroto Electricidad, Perfumería Calatrava, Papelería Muñoz, Relojería Rafer... En las últimas semanas se está conociendo un goteo de cierres o anuncios de cierre por jubilación de establecimientos históricos de Ciudad Real. Comercios de toda la vida a cuyos propietarios les ha llegado la hora de tomarse un más que merecido y necesario descanso. Pero, ¿qué pasará con estos negocios históricos? Pues en la mayoría de los casos desaparecerán. Los locales vaciarán sus existencias, cesará la licencia y se pondrán en alquiler, con la suerte de que otro nuevo negocio vuelva a empezar en ese lugar desde cero. 

Estos históricos del pequeño comercio de Ciudad Real contemplan, con resignación empapada en pena, cómo sus negocios, después de décadas de esfuerzo para convertirlos en un referente en la ciudad, directamente se esfumarán porque detrás de ellos no llegará nadie, ni familiares ni sus propios empleados. Ynegocios rentables en muchos casos

¿Por qué este nulo relevo generacional? Marga Romero, presidenta de la Asociación Comercial de Ciudad Real, tiene una respuesta. «La gente no es que no quiera trabajar, lo que busca es un contrato y un horario, antes que convertirse en autónomo y ponerse al frente del negocio, además de que quedarse con un traspaso implica un fuerte desembolso económico para empezar». Sin embargo, recuerda las ventajas de coger el testigo de estos comercios tradicionales, «con unos productos y una cartera de clientes fijos». Además, subraya que es solo en el comercio de proximidad donde se puede ofrecer a los clientes «productos de calidad y un trato personalizado».

Una realidad que constatan desde la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA). Enero de 2023 se cerró en la provincia con 254 autónomos menos (1049 menos en Castilla-La Mancha), con el comercio como uno de los sectores más afectados. Su presidente, Miguel Ángel Rivero, cree que existe un claro problema de «pedagogía», con un mensaje negativo que está llegando a la población más joven, lo que se está traduciendo en que la edad media de los autónomos esté subiendo (en los últimos diez años, la franja de mayores de 55 años ha crecido un 14%, mientras que la de entre 25 y 54 años ha bajado un 12,7%). «El colectivo de autónomos se está haciendo viejo y no hay relevo generacional, porque el mensaje que llega a los jóvenes es que convertirse en autónomo es muy farragoso y sufrido. Por eso, este tipo de negocios, que funcionan, se pierden».

Por ello, desde ATA se pide más respaldo por parte de las administraciones, sobre todo desde el Gobierno central, ya que en Castilla-La Mancha sí se está apoyando más una situación profesional que, como defiende Rivero, tiene muchos atractivos para los emprendedores: «Qué puede ser más bonito que plantar tu negocio, verlo crecer, cuidarlo como si fuera tu hijo, ser tu propio jefe, crear puestos de trabajo y fijar población».