"Una salida que puede tener el panadero es que se una a la IGP"

Manuela Lillo
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Entrevista al presidente de la asociación provincial de fabricantes de pan, Senén Buitrago

Presidente de Ceopan Senén Buitrago. / - Foto: T. Fernández

Se nota la crisis en el sector de las panaderías?

Sí, mucho. Se está notando mucho porque el consumo baja y por la competencia que tenemos con las grandes cadenas y con las tiendas de los chinos y todas estas cosas...

El pan es un producto básico, ¿puede bajar el consumo de un producto de primera necesidad?

Sí, de hecho, el consumo de pan lleva cuatro años bajando y ahora mismo me parece que estamos en unos 32 kilos de pan por persona al año cuando hace cinco años estábamos en 39-40 kilos. Escandalosamente ha bajado el consumo, lo único que tiene es una mala imagen, que se la han dado los que ponen las dietas y dicen estas cosas de que el pan engorda.

¿Atribuye esa bajada del consumo a la crisis?

Siempre que hemos tenido crisis el consumo de pan ha subido, por ejemplo, en el año 92 hubo una y entonces subió el consumo de pan algo, pero en esta, sin embargo está bajando, lo que yo no me explicó...

¿Qué factores pueden influir?

Lo que pasa es que no hay trabajo y el bocadillo no se usa, por lo que son piezas de pan que se pierden. Ahora las familias comen juntas y ya no es igual que cuando el obrero se iba fuera. Antes de la crisis, en mi casa se vendían desde las 6.00 horas a las 6.30 o 6.45 alrededor de 60 ó 70 barras porque se las llevaban todos los albañiles que estaban en la construcción. Eso ahora ha desaparecido, con lo cual ya es bastante. Además, los bocadillos de quien se iba a trabajar al campo también ha caído, al igual que el de aquellos que ya no se independizan y se llevan el pan a la misma casa.

¿En cuánto se ha reducido el porcentaje de ventas en la provincia?

Han caído sobre un 25 por ciento y desde que empezó la crisis hace unos años se ha rebajado la venta entre un 30 y un 35 por ciento. El primer año de la crisis lo notamos menos, la panadería se mantuvo, no hubo descenso, pero a partir del segundo año comenzó el descenso y el descenso. Conforme subía el paro, bajaba la producción.

¿Ha supuesto el cierre de establecimientos?

Sí, que yo sepa, en este año ya van cuatro cerrados, con una medida de tres trabajadores.

¿Y en años anteriores?

Hay una media de tres o cuatro panaderías al año que tienen que cerrar sus puertas.

¿Cuál es la fórmula que siguen las que se mantienen?

Aguantar, desgraciadamente hay muchas que querrían cerrar, pero este sector tiene un personal con mucha antigüedad y quieren cerrar pero no tienen dinero para indemnizar a la gente, por lo que aguantan como pueden y están exponiendo su capital, aunque al remate se van a comer el capital. Es una lástima porque lo que hayan ganado lo van a perder y al final van a tener que cerrar, es una lamentable, pero así está la situación, muy mal.

¿Están intentando reducir costes?

Sí, estamos intentando reducirlos, pero es que estamos en el mínimo. Lo que pasa es que desde hace dos años o tres nos ha subido el gasoil un 30 o un 40 por ciento; la luz también nos ha subido otro porcentaje y son dos cosas que son fundamentales para producir, tanto uno como otro. La materia prima, la harina, se mantiene, aunque ahora va subiendo, pero [en general] se mantiene.

Lo tienen difícil para ahorrar...

Claro, eso hace que los beneficios bajen.

¿Y cuál sería una alternativa para que las empresas que tienen intención de cerrar puedan salir adelante? ¿Con el apoyo de la Administración...?

No, yo con la administración no lo veo. Lo único que pasa es que se tendrán que expandir o buscar algún producto nuevo o algo de eso. Es la única fórmula que veo, expandirse, buscar fuera...

Pero, al ser un producto con una fecha de caducidad tan reducida, que se consume en el mismo día, ¿es posible sacarlo fuera?

Sí, el pan de cruz que tiene la Indicación Geográfica Protegida (IGP), según un estudio, puede durar quince o veinte días y sí puede salir a Madrid, donde lo están demandado mucho. Esa es una salida que puede tener el panadero, el que se una a la IGP, que es gratuita.

Actualmente, ¿cuántas panaderías hay adheridas a la IGP?

Unas nueve, pero que no le tengan miedo, que pueden inscribirse todas las que faltan porque hay venta de este tipo de pan.

¿Tiene mercado?

Sí, es un mercado que se puede expandir porque tenemos la IGP, y con lo cual exclusivamente se puede hacer en las panaderías que están instaladas en Ciudad Real y provincia. También lo tenemos de marca y las cualidades que tiene este pan de cruz son las que demandan los consumidores. Es el único pan que está subiendo.

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