El reciclaje de envases ha crecido un 80 por ciento en los últimos 20 años. De este modo, la capital recicló el año pasado una media de 18,85 kilos de envases por habitante, el nivel más alto desde 2004, como ha destacado la portavoz municipal, Mariana Boadella, quien ha asegurado que "vamos en muy buena senda". 

Del mismo modo, ha explicado que se han reducido los residuos que no se reciclan, los que van al contenedor gris, que en 2022 se situó en 380 kilos por habitante, lo que supone 10 kilos menos que en 2018. 

A ello se suma el aumento del reciclaje de restos orgánicos a través del contenedor marrón que se implantó en 2021 en algunos puntos de la ciudad. En concreto, en dicho año se depositaron en dichos contenedores 609.000 kilos de restos de comida, mientras que en 2022 fueron 1.274.000 kilos, lo que supone más del doble. Boadella ha recordado que con estos restos de comida se realiza compost y se fomenta la fertilidad de la tierra.

"Nos estamos convirtiendo en un referente", ha concluido en este sentido.