Una lección de pasión

M. Lillo
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El artista deleitó con su amplio repertorio musical a los más de 3.500 espectadores que acudieron el sábado a la actuación que ofreció en la plaza de toros • El asturiano interactuó en todo momento con el público

Con una energía incombustible, el asturiano Melendi desató pasiones en el concierto que ofreció el sábado por la noche en Ciudad Real, en el que se volcó con sus fans, esos y sobre todo esas, que fueron capaces de permanecer durante muchas horas a las puertas de la plaza de toros pese al calor sofocante, que coreaban las letras a corazón abierto convertidos en 'guerreros' que se han convertido en «el más fiel equipaje» que arropa al cantante durante sus actuaciones, como dice la canción que ha dedicado a sus seguidores.   

Durante más de dos horas, el artista se volcó con su público en un concierto en el que interpretó canciones de su último disco, Un alumno más, con el que dio una 'lección' de pasión al combinarlo con  los clásicos que convirtieron a Melendi en un referente de la música en español. Sobre el escenario mezcló su lado más romántico con el más gamberro y las canciones con más carga sentimental con las que llamaban a mover el cuerpo para bailar. Lo hizo interactuando en todo momento con el público, al que explicaba el leitmotiv de sus canciones y al que se metió en el bolsillo por su cercanía y su entrega, puesto que el artista inició su actuación alrededor de las 23.20 horas y no la dio por concluida hasta pasada la 1.30 horas de la madrugada.

Los más de 3.500 espectadores que acudieron a la plaza de toros de la capital y que se distribuyeron entre la parte del albero (unas 2.700) y el graderío (unas 800) vieron a un artista que  arrancó su actuación con la canción Tú de Elvis yo de Marilyn, a la que dio paso una confesión: «No se dejen engañar por los tatuajes, soy una persona muy formal» y, posteriormente, a una presentación oficial: «Me llamo Ramón Melendi Ciudad Real y de pequeño fue el coco», dijo provocando risas al dar paso a la canción con ese título.

Poco después, el artista echó mano de sus confesiones y rememoró cuando se enamoró de su 'profe'. «Era de inglés, un bombón», dijo Melendi hilando las canciones en una actuación en la que también interpretó Colgado de la vecina y las míticas Caminando por la vida, Tocado y hundido o Barbie de extrarradio , entre otras que el público recibió con gran aceptación.

Durante el concierto, el asturiano disertó sobre las diferencias entre los hombres y las mujeres para, ironizando sobre la cantidad de veces que se prueban las cosas cuando acuden a comprar, subrayando que «en las pequeñas diferencias está lo bonito del amor», dijo un Melendi al que se vio relajado y a gusto en un escenario desde el que prestó especial atención a sus incondicionales, llegando a parar incluso una de sus interpretaciones cuando percibió que había habido un desmayo. De hecho, tanto antes como durante la actuación, los efectivos de Protección Civil tuvieron que actuar con 13 personas como consecuencia de los efectos del calor.

Melendi también recibió en su camerino a un niño con cáncer y que ansiaba conocer al asturiano, que se revela como un poeta urbano y que también dejó alguno de sus temas que están siendo todo un éxito radiofónico, como La promesa. Durante el concierto, hubo tiempo hasta para instalar una canasta con la que fueron jungando los integrantes de la banda que acompañan «desde hace muchos años» a un artista que despertó la pasión.