Martín Ruidero se ha convertido en uno de los personajes del 46 Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro como protagonista de Misión Siglo de Oro, un montaje itinerante realizado por la compañía Los Toyeski en colaboración con Globalcaja. El actor que da vida a este almagreño de 1650, que por extrañas circunstancias, da un salto en el tiempo para llegar al Almagro del siglo XXI es Ricardo Reguera, quien explica a La Tribuna que su personaje llega al presente «con una amnesia parcial muy grande porque no recuerda ni quién es ni lo que le ha pasado y gracias a la ayuda del público va a tener que resolver el enigma y volver a su siglo».

La pieza ha tenido ya cuatro pases en las calles de Almagro los pasados sábado y domingo. Martín Ruidero volverá a encarnarse en diversos rincones de la ciudad del teatro los días 8, 9, 15 y 16 de julio, con dos funciones en cada jornada a las 11.30 y a las 19.00 horas.

El espectáculo es gratuito, pero requiere de inscripción previa a través de la página web del festival (https://www.festivaldealmagro.com/programa/mision-siglo-de-oro-la-travesia-temporal-de-martin-ruidero/); mientras que el punto de partida del espectáculo es el cajero de Globalcaja de la calle Mayor de Carnicerías, 11.

Reguera se muestra satisfecho con la respuesta de los espectadores y subraya que la obra «está especialmente dirigida a ellos», como una forma de rendir tributo al público, que «sea el protagonista de la historia, ya que es el que nos mira, el que nos escucha; siempre somos los actores, las actrices, los creadores del teatro los que recibimos el aplauso; aquí son ellos los protagonistas, son a los que apelamos, a los que les damos las gracias por existir porque si no, no existiríamos nosotros», comenta.

A través de esta Misión Siglo de Oro aprecia que el público «está encantado, porque desde el primer momento se siente integrado, como parte de la historia, una pieza fundamental de esta travesía temporal y están entregadísimos a las 'pruebas' a las que Martín Ruidero les somete», desvela.

Una de las claves de este espectáculo es la improvisación. Inevitable al ser un montaje de calle que busca, sobre todo, implicar al público, pero al mismo tiempo tiene sus propias exigencias. «Hay que estar improvisando e integrando todo lo que sucede. Ahí hay unos espacios en los que me lo puedo permitir, sin perder el hilo de la historia y hacia dónde nos dirigimos y con un minutaje que tenemos que cumplir, dado que ya sabemos que la programación de Almagro está llena de espectáculos maravillosos y todo el mundo quiere asistir».

El intérprete insiste en que las características de este montaje le exigen 'empaparse' de lo que el público le ofrece, «pero está siendo genial en esa parte», apunta, puesto que los espectadores mantienen una actitud «muy seria», respecto a esos horarios. Del mismo modo, Ricardo Reguera comenta que el público afronta su relación con el personaje de Martín Ruidero «con cierta vergüenza», que luego «van perdiendo a lo largo del espectáculo».

El montaje es una propuesta de Globalcaja y el Festival de Almagro. «Nos invitaron a crear una propuesta en la que estuviera el público, que fuera un espectáculo familiar», apunta el actor antes de añadir que entre los asistentes al espectáculo hay niños a partir de siete años que «lo están pasando estupendamente».

Otro aspecto importante que se les planteó es que el montaje ofreciera un aspecto divulgativo del Siglo de Oro, y en especial «la figura de la mujer, de las autoras de los siglos XVI y XVII, tan olvidadas y tan poco reconocidas». Con estas piezas y de la mano de la dramaturga Elena Guevara y el director Miguel de Miguel poco a poco fue surgiendo el espectáculo.