Alberto Carrión, titular de la empresa Taxi Bus Ciudad Real, con 15 años de experiencia en el sector del transporte de personas, ofrece toda una amplia gama de servicios, que incluye desde taxi y VTC hasta autobuses, incluidos vehículos adaptados para personas con discapacidad. Su versatilidad le permite adecuarse a las necesidades del usuario en las mejores condiciones.

El empresario señala que «estamos abiertos a un amplio abanico de clientes, desde trasladar a un grupo de amigos, viajes para empresas, servicios premium, traslados a bodas y eventos…», lo que considera «el día a día» del sector.

La firma cuenta actualmente con 25 vehículos de diferentes características cuyos movimientos e incidencias se controlan de la mano de la tecnología, «todos están controlados por GPS», de esta forma «el usuario sabe la hora de llegada, velocidades…» y otros aspectos de su viaje.

El viajero de hoy en día, a juicio de Carrión, «sobre todo demanda precios económicos», una batalla que en su opinión «cuesta digerir porque cada vez los suministros son más caros». De esta forma, señala que hay «muchos trabajos que antes hacíamos y que ya no se pueden hacer», apunta, en lo que incluye servicios como la recogida de viajeros en otras localidades.  Un trayecto como el de Ciudad Real a Almagro (28 kilómetros) se paga a entre 25 y 30 euros, un nivel similar al del servicio de taxi, refiere.

En la pugna que mantiene el taxi con las VTC, este empresario insiste en que trabaja con ambos tipos de vehículos, pero advierte que la desventaja que tiene el taxi es que «no puedes ir a recoger a una persona en un municipio distinto del que tienes la licencia y si lo haces te van a multar», mientras que los VTC no tienen esa limitación. A su juicio, esa traba encarece el coste del servicio para el usuario que desea desplazarse a un pueblo vecino pero si en su destino no encuentra al taxista o no tiene su teléfono, «no puede llamar al radiotaxi de su ciudad».