"Cada médico tiene la competencia de elaborar su agenda"

Hilario L. Muñoz
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El sindicato médico CESM ha expuesto las claves del acuerdo firmado el pasado 17 de abril con el Sescam para la mejora de la atención primaria y que pivota en la idea de la autogestión de la agenda de pacientes y que implica un aumento de plantillas

"Cada médico tiene la competencia de elaborar su agenda"

"El profesional tiene la competencia de elaborar su agenda y dedicar los tiempos oportunos a cada paciente". Esta es la idea clave, expuesta por José Luis Jiménez, secretario general del sindicato CESM, del acuerdo firmado la pasada semana entre este sindicato y el Sescam y que modifica el modo en que se entiende la atención primaria en la región, pasando de un sistema de cupos y números cerrados, a otro en el que cada médico será el encargado de decidir cuánta gente verá ese día. Esta idea de la autogestión es la clave sobre la que se asienta el acuerdo y, a partir de ella, se ha acordado el aumento de plantillas, modificar el modo de atención de los Puntos de Atención Continuada o una mejora de las ofertas laborales a los MIR, con tres años de contrato al acabar su residencia. 

Jiménez presentó este acuerdo en el Colegio de Médicos de Ciudad Real, acompañado por Óscar Quintana, Carmen Valdivia, Jorge Uriel, Rosa Sarabia y María Teresa Encabo, vocales de cada provincia, como muestra de la alta representatividad de los puntos firmados por el Sescam. En este sentido, CESM señaló que llevan desde junio trabajando en este acuerdo, visitando los 204 centros de salud en la región, reuniéndose con los profesionales y celebrando asambleas, para llegar a un texto con diez puntos y que tiene un periodo prueba de dos meses en los que se pondrá a prueba, incluyendo un tiempo de "estrés" como es el de Semana Santa, para ver hasta qué punto sirve para mejorar la atención sanitaria.

"No es la misma agenda la que hay en Horcajo de los Montes que en Ciudad Real" porque en las zonas rurales hay más casos de cronicidad y envejecimiento, "que requiere más tiempo", que en las capitales, donde suele haber "casos agudos" que requieren un menor tiempo. Igualmente, no es lo mismo un médico que atiende a varias poblaciones. Por eso, la idea es que cada profesional decida a cuántos pacientes va a ver cada día, sin que haya un número fijo. Lo que implica que si un médico, a modo de ejemplo, decide que los lunes va a recetar, tendrá 70 citas y el martes, si opta por las visitas domiciliarias y empezar la consulta en el centro de salud más tarde, la cifra puede ser de 30 o 50. "Aquí no hay número, hay sensatez y sentido común", expusieron en la rueda de prensa del CESM , donde apuntaron que frente al "ruido" que se está haciendo en el país con la atención primaria, en Castilla-La Mancha se ha optado por el trabajo. 

Para que ese cambio sea efectivo es necesario una reducción de las tarjetas sanitarias y que pasará a 1.750 en médicos de familia y 1.250 en primaria. Este cambio implica a su vez otro en la plantilla del centro de salud, creando la figura de profesionales de referencia. Serán médicos sin tarjetas sanitarias y que verán a pacientes cuando no haya agendas abiertas o que atiendan a los pacientes de aquellos médicos que se encuentren de baja. Además, la idea es que el médico se centre en su agenda autogestionada, por lo que habrá Puntos de Atención Continuada, que solo abren por las tardes, que estarán también abiertos por la mañana, contando con personal, lo que evitará que haya médicos de familia que tengan que dejar su consulta para atender urgencias.

Para lograr este incremento de plantilla, el objetivo es que cada MIR tenga un contrato de tres años  al acabar la residencia en primaria. Esos tres años son claves, porque suponen que su plaza será estructural y, por lo tanto, en próximas ofertas de empleo deberá salir, aumentando las plantillas orgánicas de los centros de salud. 

"Se trata de tiempo y recursos para atender adecuadamente a los pacientes", dijo el secretario general del CESM, quien señaló que esta situación supondrá un ahorro porque más tiempo por paciente implica que "no se van a tener que hacer tantas derivaciones a pruebas" en los hospitales o que haya menos personas que acaben en las urgencias hospitalarias, con esa ampliación de los PAC.  

Estos cambios en las agendas implicará que los pacientes tengan que conocer los cambios que se vayan a producir, por ejemplo, que hay un día concreto  pensado para las recetas. "El paciente va a interaccionar mucho más con su médico y acordar esos tiempos", han dicho, para saber si su consulta necesita 3, 10 minutos o una hora, aunque en la agenda siempre hay "huecos para todo".

Otros acuerdos

A estos puntos se suman otra serie de reivindicaciones de los médicos, como la revisión del complemento de itinerancia para cubrir el gesto real de los desplazamientos o una mejora en la retribución a aquellos médicos que asuman ausencias, atendiendo por las tardes. 

Además, el acuerdo supone la creación de un grupo de estudio para eliminar las tareas burocráticas, una mejora de la seguridad y, sobre todo, esa revisión en dos meses para que haya acciones correctoras de ser necesario.