Las lluvias de las últimas semanas han concedido «una tregua» en la lucha contra el fuego en un escenario que se preveía muy negro a finales de abril debido a la sequía que se acumulaba y a las elevadas temperaturas, con más de 35 grados en algunos puntos de la provincia. Sin embargo, las precipitaciones que se han registrado «han amortiguado de manera importante los niveles de IPP», el Índice Potencial de Propagación, el indicador que se utiliza para determinar el riesgo que puede tener el fuego.
Así lo expuso a este diario el director del Centro Operativo Provincial (COP) del Infocam en Ciudad Real, Juan Pedro García, quien explicó que las lluvias y las temperaturas moderadas hasta hace apenas unos días «han dado la vuelta a la situación, ya que lo que tendríamos que haber tenido en mayo, lo hemos tenido en junio, con niveles de IPP bajo y moderado, y menos mal porque se nos avecinaba un panorama bastante feo», dijo, recordando que en mayo por contra se registraron índices de propagación propios del mes de julio.
Eso hizo que ya en mayo se registrara un megaincendio en Las Hurdes (Cáceres), donde el fuego arrasó 11.000 hectáreas y en cuyas labores de extinción participaron efectivos de la región, entre ellos el propio García, quien explicó que la sequía extrema que se padecía hacía que «toda la vegetación viva estuviera disponible para arder por tener tal estrés hídrico. Por eso, son incendios tan virulentos». Sin embargo, destacó que en el caso de la provincia de Ciudad Real «no hemos tenido ningún incendio de relevancia».
A ello también ha ayudado, aunque con el consiguiente perjuicio del sector agrario, el que no se haya prácticamente cosechado cereal, ya que precisamente el calor de abril y la sequía han echado a perder alrededor del 80% de la producción. García reconoció que «nunca llueve a gusto de todos» y que para que sean lo más compatibles posibles las labores de recolección con la gestión de incendios, lo ideal es «que se interioricen las medidas preventivas» que se establecen en razón del IPP, dijo, para subrayar a renglón seguido que «en Castilla-La Mancha están calando muy profundamente en la población».
El dispositivo
Desde el pasado 1 de junio el Infocam tiene activo el 100% del dispositivo en la provincia, lo que supone cerca de 600 personas, así como 53 unidades del Infocam y 19 puntos de vigilancia. Entre los medios destacan 7 autobombas, 13 brigadas terrestres, 4 helicópteros, una nodriza y cinco equipos de maquinaria pesada.
Continuamente están trabajando «en la formación y el adiestramiento» de los equipos para dar una respuesta lo más eficaz posible contra el fuego, de manera que en días pasados tuvieran una de estas tareas de formación para mandos de habilitación de embarque y desembarque en helicóptero, comentó García.
colaboración con canadá. Ante los brutales incendios que se están registrando en este país, la Junta de Comunidades ha enviado un equipo de 26 personas para colaborar en la lucha contra las llamas. En este caso, ha partido un técnico de logística experto en maquinaria pesada de Ciudad Real, ya que García señaló la importancia de «apoyar y asesorar para operaciones indirectas», es decir, para determinar cómo combatir el fuego en un escenario a uno o dos días vista, dado que la voracidad de los incendios es tal que es inviable plantarle cara desde la cabeza o los flancos, desde su núcleo central y ramificaciones, comentó García.
En este sentido, explicó que la superficie quemada ya en Canadá supera la de toda Andalucía e indicó que este tipo de colaboraciones, con equipos multidisciplinares de diversos países, les sirve también para «coger experiencia», ya que «esos incendios acabarán viniendo a la Península Ibérica».