Granátula solicita protección BIC para todo Oreto y Zuqueca

A. Criado
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El Ayuntamiento presenta un proyecto para obtener tres millones de los fondos europeos Next Generation para su restauración integral, su cubrición y un centro de interpretación

Vista área del yacimiento arqueológico de Oreto y Zuqueca, en el término municipal de Granátula de Calatrava - Foto: Oppida

El Ayuntamiento de Granátula de Calatrava ha solicitado a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha la ampliación de la catalogación de Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Zona Arqueológica para todo el yacimiento de Oreto y Zuqueca. El Consistorio, a través de un decreto de Alcaldía, dio luz verde a un informe elaborado por la dirección arqueológica (Antonio Manuel Poveda y José Luis Fuentes) y formalizó esta solicitud al objeto de poder presentar un proyecto de inversión a la convocatoria de fondos europeos Next Generation para la rehabilitación del patrimonio.

«¿De qué habrán servido tantos años de excavaciones y esfuerzos si no damos este último paso y lo echamos todo a perder?», se pregunta el alcalde en funciones, Félix Herrera, para hacer hincapié en que un municipio como Granátula de Calatrava, con apenas 700 habitantes, no tiene músculo económico para hacer frente a los trabajos de rehabilitación, conservación y difusión de esta joya patrimonial.

Los arqueólogos recuerdan que sólo los muros de la ermita están catalogados como BIC. En este sentido, el informe elaborado por la dirección arqueológica de Oreto y Zuqueca, remitido a la Administración regional, subraya la necesidad de ampliar el radio de seguridad a cerca de ocho hectáreas. «Con esta nueva delimitación, el oppidum de Oretum, el puente romano y las riberas históricas del río Jabalón quedarán protegidas por primera vez en su historia patrimonial», apuntan.

Esta figura de protección es fundamental para poder trabajar en la solución de una serie de problemas estructurales que viene arrastrando Oreto y Zuqueca desde hace ya bastantes años y que ponen en serio peligro el patrimonio que alberga. El más grave está relacionado con las inundaciones que se producen como consecuencia de las puntuales crecidas del cauce del arroyo de Casaquemada.

En este contexto, Herrera y Fuentes explican que la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) ha invertido alrededor de 200.000 euros en unas obras para canalizar el agua del arroyo hacia el vaso más bajo del embalse de la Vega del Jabalón, con el objetivo de que no se vuelva a anegar el yacimiento. Sin embargo, los trabajos se han tenido que paralizar por la aparición de nuevos restos arqueológicos, y sólo se pueden reanudar sacando la maquinaria pesada de la ecuación, es decir, de forma manual. Advierten, asimismo, del grave estado de deterioro que presentan los muros de la ermita, especialmente el de la zona oeste.

Debido a estos condicionantes, con el objetivo de proteger el rico patrimonio que alberga Oreto y Zuqueca, la dirección arqueológica decidió extraer en 2019 la lauda sepulcral sobre mosaico de un diácono del Obispado visigodo de Oretum, llamado Aurelius Vicentius, para su restauración y posterior musealización.

Para delimitar con exactitud el área de afección de todo el yacimiento, los investigadores realizaron sondeos geofísicos con georradar. Un escaneado o GPR del terreno que reveló, por ejemplo, la presencia de un conjunto de estructuras, murallas, calles, corredores y edificios en el cerro Domínguez, excavado por última vez en 1978, y que hablan de la presencia de una gran ciudad que se correspondería con la ibérica Ossiria.

En relación con el proyecto de inversión presentado a la convocatoria de los fondos Next Generation, los arqueólogos y el regidor en funciones avanzan que contempla partidas para llevar a cabo una rehabilitación integral del yacimiento, la creación de un centro de interpretación y la cubrición de las partes más sensibles para evitar su deterioro.