Los pequeños municipios frenaron la despoblación con el COVID

Hilario L. Muñoz
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El grupo de investigación D2CR de la UCLM indaga en el impacto de la pandemia en la población y cómo afectó la mortalidad

La capital pasó de ganar población a perderla, durante el año de la pandemia. - Foto: Rueda Villaverde

«Los municipios pequeños salieron beneficiados y los grandes municipios fueron perjudicados durante el año 2020». Esta es la conclusión a la que llega el grupo del proyecto D2CR (Despoblamiento y Despoblación en los Municipios de la Provincia de Ciudad Real) de la UCLM al analizar cómo afectó la pandemia a las localidades de la provincia de Ciudad Real. Se trata de un análisis basado en datos estadísticos, donde señalan que los pequeños municipios lograron frenar la sangría de población que vienen sufriendo desde hace años, mientras que localidades más habitadas, como la capital, sufrieron un desgaste en su población.

«Es una mejora de tendencia, no es que hayan ganado población», indicó el director del proyecto y catedrático de la Escuela de Informática, Francisco Ruiz. En este sentido, el grupo de investigación señala que los pequeños municipios pasaron de caer en un 4,75% a hacerlo un 2,22%, a pesar del impacto que tuvo la pandemia en la población y en la mortalidad. La pérdida de población se redujo a la mitad. Mientras, «la capital empeoró considerablemente y pasó de subir un 0,49% a caer un 0,53%». La tendencia cambió en un punto. Mientras, los municipios entre 20 y 50.000 habitantes, según este informe, pasaron de perder población a un ritmo de 0,58 por ciento, a hacerlo con 0,70 por ciento.

«Queda para futuros estudios comprobar si este fenómeno ha seguido en años posteriores», se indica en el documento, publicado recientemente. En este sentido, hay que tener en cuenta que es difícil diferenciar un elemento tan rompedor con aspectos sociales, como es la pandemia, con el inicio de las políticas para hacer frente a la despoblación, que se pusieron en marcha en ese mismo año. «Todos los factores influyen, pero eso lo vamos a ver en los próximos años», señaló el director del proyecto.

Mortalidad y despoblación.

En este sentido, el catedrático apuntó que «mirar un solo año es circunstancial», pero aseveró que «sí está claro que se producen unos cambios significativos en el 2020 respecto de los años anteriores» y uno es el COVID, de ahí que, de momento, los cambios de tendencia se achaquen a la pandemia, porque «está claro es que el coronavirus ha afectado, seguro». Un ejemplo son «los datos de mortalidad» y cómo afectaron a la provincia de Ciudad Real. Ruiz señaló la pérdida de población entre los mayores de 65 años que hubo en la pandemia y que afectó más a los municipios pequeños, con menos de un millar de habitantes, con un aumento de entre el 6 y el 10% de muertes, que a las poblaciones más grandes de la provincia, con entre un 3 y un 45 de incremento.

Así, mientras que la mortalidad subió un 18% en España, desde 8,85 fallecidos por cada 1.000 habitantes a 10,41, en Ciudad Real subió casi el doble, un 33%, de 10,54 a 13,99. El dato se situó por encima del aumento de la mortalidad en la región, que pasó de 12,63 a 13,99. Eso sí, si se acude el detalle, el impacto de la pandemia «esconde grandes diferencias entre municipios», se indica en el texto, ya que hay 15 municipios que bajaron su tasa de mortalidad en 2020 respecto a los cuatro años anteriores, y hubo nueve que cuadruplicaron la tasa provincial. Entre los primeros, Alamillo, Albaladejo, Arenas de San Juan, Calzada, Cañada, Chillón, Fuencaliente, Llanos, Membrilla, Mestanza, Pozuelo, Los Pozuelos, Puebla de Don Rodrigo, Ruidera y Santa Cruz de los Cáñamos. Los segundos son Caracuel, Fontanarejo, Hinojosas y Navalpino, en todos ellos la mortalidad aumentó en un 20 por ciento durante el primer año del coronavirus.

Para el catedrático es clave ver cómo ha ido evolucionando esta situación en la provincia, para comprobar si más allá de la pandemia las medidas planteadas tienen su efecto al frenar la despoblación.