La falta de lluvia vuelve a colocar a Ciudad Real y su comarca al borde del estado de emergencia por sequía. El agua acumulada en los embalses del Gasset y Torre de Abraham estaba ayer por debajo de los 51 hectómetros cúbicos, esto es, por debajo del límite que marca la emergencia. Es el primer requisito para cambiar el nivel de alerta. El segundo es que esta situación se prolongue durante dos meses, por lo que en el caso de que no se registren precipitaciones de aquí a julio se dará el paso inverso al que se dio hace apenas unos meses, cuando las lluvias de la borrasca Efraín hicieron que se pasara de emergencia a alerta.

El cambio tiene consecuencias. En alerta, Ciudad Real y su entorno deben ahorrar un 10% de agua en relación con la concesión con la que cuentan, mientras que con la declaración de emergencia el ahorro debe ser del 15 por ciento, y de ahí de la importancia de que se haga un uso responsable del agua, tanto a nivel individual como colectivo.  

De momento, los 36,81 hectómetros cúbicos contabilizados ayer en el pantano de la Torre de Abraham, unidos a los 14, 03 hectómetros cúbicos disponibles en el embalse del Gasset, garantizan los recursos hídricos para la capital durante más de un año, para 16 o 17 meses.

Las campañas de concienciación entre los ciudadanos, las medidas de eficiencia en el consumo de agua y la renovación de las infraestructuras correspondientes para evitar sobrecargas y fugas en el sistema son los principales recursos de los ayuntamientos para evitar la pérdida de estos valiosos recursos.

De momento, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) tiene una leve previsión de lluvias para esta semana, que comienza el jueves por la mañana con un magro 10% por ciento de probabilidad de precipitaciones, pero que se va elevando en el transcurso de las horas hasta llegar a una predicción de un 55 por ciento de posibilidades de tormentas para la jornada del domingo. Desde el mes de marzo se han registrado lluvias por menos de cinco litros por metro cuadrado sobre la capital.