Dos nombres propios marcan la carrera de Kenan Yildiz, uno de los 'niños de moda' del fútbol mundial, que el pasado domingo llamaba la atención del 'planeta-fútbol' con un 'hat-trick' (la FIFA le dio solo la autoría de dos) ante el Wydad. El primero, de forma indirecta, el de Metin Oktay; el segundo, con una influencia descomunal, el de Alessandro Del Piero.
Oktay, el 'León de Estambul', fue la primera gran perla del fútbol turco. Un jugador que obligó al mundo a mirar hacia un país de dudosa tradición futbolística: había disputado un solo Mundial (en 1954) y ninguna Eurocopa (la primera, en 1996). Oktay abrió las puertas a las generaciones venideras con goles espectaculares y una trayectoria memorable en el Galatasaray, anotando 217 dianas en 258 partidos. Los mercaderes del balompié nunca se habían interesado por lo que sucedía más allá de la frontera de Grecia y Bulgaria, y los jóvenes de la nación encontraron un ídolo local al que imitar. Después llegaron Sukur, Rustu, Turan, Basturk, Nihat, Yilmaz o, más recientemente, Altintop, Çalnahoglu, Demiral, Akturkoglu y los niños Güler o Yildiz.
Todos ellos han mantenido intacta la fama del futbolista otomano como un pelotero exquisito, con cierta fama de indisciplinado o irregular, pero con una capacidad técnica sobresaliente para iluminar un partido con un solo chispazo. Yildiz, que literalmente significa «estrella», se enamoró del juego gracias a la afición que le inculcó su padre (turco residente en Alemania) y a los vídeos de Del Piero en YouTube. El genio de Conegliano ya llevaba 12 temporadas (de las 19 que jugó) en la Juventus cuando Yildiz nació. Pero dejó una estupenda colección de 'highlights' para los niños que quisieran navegar por la red y encontrarse su colección de goles y maniobras.
No al Bayern
Por eso, casi todo el camino previo de Kenan hacia el estrellato actual fue una senda llena de miguitas que, sin saberlo, Del Piero había dejado a su paso. De entrada, con siete años se incorporó a las categorías inferiores del Bayern de Múnich. Nació en la provincia de Baviera, en Regensburg, y aquello era lo más parecido a tocar el cielo, sobre todo porque siempre jugó uno y hasta dos años por encima de la edad que le correspondía gracias a su físico (1,86 metros y 79 kilos). Aquella facilidad para atacar los espacios, moverse con una agilidad impropia de su envergadura y golear con naturalidad no pasó desapercibida para la Federación Alemana: llegó a debutar en las selecciones inferiores de la 'Mannschaft'… pero todo cambió en 2022.
Fue el año en que ascendió al sub'17 del Bayern y coleccionó cuatro tantos y cinco asistencias en sus seis primeros partidos. Aquello le reportó un billete exprés a la sub'19 y la promesa de un futuro espléndido… pero la renovación con el 'gigante' de Múnich no incluía ni siquiera una plaza fija en el filial, así que Yildiz comenzó a escuchar ofertas. Llegaron dos suculentas de Barça y Dortmund, pero cuando estaba a punto de lanzar la moneda para decantarse por una de ellas, llegó la llamada de la Juventus. No hubo mucho más que hablar. La 'Vecchia Signora' y el recuerdo de 'Pinturicchio' (como apodaban a Del Piero) se llevaron el gato al agua.
Ya en la 23/24 se incorporó de pleno derecho al primer equipo -participó en 32 partidos- y en la 24/25 fue titular indiscutible en el equipo de Thiago Motta, pero el técnico (ya cesado) no logró 'encarrilar' todo el potencial del joven Kenan. Aquellas sospechas sobre los futbolistas turcos y su intrínseca irregularidad arreciaron. Igor Tudor sabe que tiene un diamante entre las manos. Lleva el 'diez' en la espalda como su ídolo y tiene 'estrella': fue el autor del primer gol en el nuevo formato de la Champions, convirtiéndose en el anotador más joven del club en la Copa de Europa. ¿Adivinan a quién arrebató el récord?