Lapsus o guiño. O una confluencia de ambos, pero lo cierto es que el auditorio al completo de la XX gala de los Premios Cecam lo cogió a la primera, protagonizando una breve sucesión de sonrisas a medio camino entre la gracia y la complicidad.

El presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Gerardo Cuerva, dio la anécdota de la noche cuando comenzó a saludar a Emiliano García-Page y detuvo su cargo en: «presidente del Gobierno... de Castilla-La Mancha». Una larga pausa con un silencio intencionado y una media sonrisa en la cara de Cuerva que lo dijo todo.

Y es que, en parte de su discurso, Cuerva dejó entrever el malestar de su confederación con las políticas que se manejan desde Moncloa, frente a la comodidad actual del empresariado en Castilla-La Mancha que se respiró en los discursos de todos los presentes en la gala del pasado miércoles en Toledo.

Page, presidente del Gobierno... de Castilla-La Mancha - Foto: Javier PozoAsí, entre otras muchas reclamaciones, Cuerva defendió un diálogo social «verdadero y sincero, pero no instrumentalizado» y que no sea sólo «útil a la conveniencia cortoplacista», en clara referencia al Gobierno de Pedro Sánchez.

Además, advirtió de la «desaceleración» que se ve en el panorama y que afecta tanto a la industria como al consumo y, todo ello, rodeado de «alta inestabilidad e incertidumbre» mientras «la productividad decae día a día y trimestre a trimestre, y PSOE y Sumar hablan de recorte de horas laborales sin ni siquiera saber el efecto que podría tener». Un clima en su opinión de inestabilidad frente a la seguridad de la que, minutos después, hizo gala García-Page.