La plaza Mayor acogió anoche una protesta en solidaridad con el pueblo palestino y que congregó a unas 150 personas, entre las que hubo una alta presencia de la comunidad árabe de la capital. Ataviados con banderas palestinas y con gritos y llamadas en favor de la paz, la protesta la protagonizó Wisan, un ciudadano palestino que vive en Ciudad Real y que mostró la crudeza del conflicto, entre lágrimas y hablando en árabe desde el megáfono. Su presencia mostró las ramificaciones que tiene lo que ocurre en Oriente Medio y cómo afecta a cientos de ciudadrealeños que tienen sus pensamientos en lo que sucede a cientos de kilómetros de distancia.

El tío y la familia de Wisan, 22 personas, han sido asesinadas en estos días, explicaba el palestino, recordando que su tío era una persona «que siempre había pedido la paz». «Acaso el mundo simplemente se va a quedar mirando el genocidio», se preguntaba este ciudadano palestino, y señaló que la casa de su familia está «echa escombros», tras 75 años de conflicto, sin que haya solución. «Nuestros hogares se nos caen encima», dijo de forma gráfica, apuntando que en esta guerra, no llegan las ayudas y, mientras, «los niños siguen muriendo, sin sus familias». 

Por su parte, Hichan, representante de la mezquita de Ciudad Real, recordaba que «los árabes condenan toda la violencia, salga de donde salga», pero se preguntó dónde está la ONU en estos momentos. «Sí a la paz, no a la guerra», dijo micrófono en mano y señaló el apoyo de la comunidad árabe a Palestina. 

«Acaso se va a quedar el mundo mirando el genocidio» - Foto: Rueda VillaverdePor su parte, Federico Cara, de la organización ciudadrealeña No a la OTAN, que convocó la protesta, dijo que se habían unido para denunciar que «nadie cumple el derecho de Palestina a tener un Estado propio y a vivir en su tierra». «Pedimos que se respete a Palestina y que cese el hostigamiento por parte del Estado de Israel», dijo. 

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