Cuando un enfermo acude a la Unidad de Diálisis de Nefrología, el mismo día de la consulta es visto por un cirujano vascular que valora el estado del paciente y si es posible se realiza el acceso venoso de la fístula arteriovenosa para comenzar las sesiones de diálisis con una mayor comodidad para el paciente. Por ello, ayer la jefa del Servicio de Cirugía vascular del Hospital General Universitario de Ciudad Real, María Díaz López, protagonizó la VII Jornadas provinciales de enfermedad renal y trasplante organizada por la Asociación para la lucha contra las enfermedades renales (Alcer), en las que se proyectó el corto Vida x Vida, dirigido por Miguel Ángel Carrión y protagonizado Almudena León con guión de Jordi Rosell.
El cortometraje, un intento más para dar a conocer la importancia de la donación de órganos, conmovió a los asistentes, la mayoría con enfermedad renal.
Después intervino la doctora Díaz que habló de la importancia y cuidados de la fístula arteriovenosa en los pacientes con insuficiencia renal crónica terminal y que están en sesiones de hemodiálisis, tras manifestar a este diario que se ha incrementado el número de pacientes en hemodiálisis con fístulas arteriovenosa. «Va en aumento porque cada vez se realizan más hemodiálisis en pacientes mayores, aumenta la población anciana y también la patología de los pacientes. Por tanto, la patología renal terminal y los pacientes que entran en hemodiálisis cada vez son más», señaló.
La doctora explicó que para poder realizar una buena sesión de hemodiálisis se necesitan flujos de sangre elevados, de 250 a 400 milímetros por minuto. Las venas más superficiales no pueden dar ese flujo, por lo que es necesario realizar una fístula arteriovenosa para resolver este problema, que consiste en la unión de una arteria con una vena, normalmente a nivel de la muñeca o en la flexura del codo para conseguir que el calibre de la vena aumente de tamaño y tenga mayor flujo sanguíneo.
La jefa de Cirugía vascular indicó que la fístula arteriovenosa es la forma en la que los pacientes se dializan, por ello «es importantísimo mantenerla de forma duradera, segura y óptima. Los enfermos tienen que aprender a cuidarla».
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