"En este ambiente internacional, debemos estar preparados"

Manuel Espadas
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Entrevista con el jefe del Batallón de Helicópteros de Almagro, Jorge Aguado, tras cumplir un mes en el cargo

"En el actual ambiente internacional,debemos estar preparados" - Foto: Rueda Villaverde

Cuando el Batallón de Helicópteros de Ataque (Bhela-I) se fundó, apenas tenía cuatro años de edad. Con 27 era destinado a la base almagreña, donde un año después dirigía la primera misión internacional de la unidad, en Bosnia, y tres años más tarde tenía el honor de pilotar el aparato en el que el rey Juan Carlos I sobrevolaba la provincia en una visita oficial a la base almagreña. En la actualidad, el teniente coronel Jorge Aguado Hernández, nacido en Zaragoza hace 44 años, acaba de cumplir un mes al frente del batallón que opera desde la base Coronel Sánchez Bilbao, sucediendo al que ha ostentado esta responsabilidad los últimos tres años, Santiago Rubio.  

¿Cómo ha sido este primer mes al frente del batallón?

Ha sido un mes con mucha vorágine. El jefe del batallón es también comandante militar, y esto supone que tu presencia es requerida en varios eventos. Estoy asentándome, 'aterrizando', como decimos aquí en las unidades de helicópteros, con mucha ilusión. Para mí es un honor y es un placer volver a esta que considero mi casa, porque una parte de mi corazón es manchego. Si bien soy maño de nacimiento, es verdad que el periodo que pasé aquí fue un periodo de muchísimo agrado. De hecho, mi segunda hija es ciudadarealeña, culiparda.  Es una responsabilidad seguir la línea de mis antecesores y llevar a la preparación del batallón a sus más altas cotas.

Ya estuvo destinado en la base entre 2006 y 2013. ¿Cómo recuerda aquellos años?

Tuve la grandísima suerte de poder desplegar la primera misión que realmente hizo el batallón de helicópteros de ataque como unidad. Fue en 2007 yendo a Bosnia en apoyo al comandante de la Fuerza de la Unión Europea en ese momento, el general Martín Villalain, y nosotros pusimos una patrulla de helicópteros. Luego, en la segunda misión que ha tenido el batallón, que desplegamos en Afganistán en el año 2012, también tuve la suerte de ir en ese primer destacamento, dando protección a la fuerza que se estaba replegando en ese momento.

¿Con 44 años, no se es muy joven para dirigir el Bhela-I?

"En el actual ambiente internacional,debemos estar preparados" - Foto: Rueda VillaverdeNo me he parado a pensarlo. Diez años después he vuelto a la base y sigo viendo caras conocidas, lo cual es una garantía de continuidad, de que tú tienes la experiencia y el conocimiento de esa gente. Y lo que me hace sentir un poco más viejo es ver cómo el relevo general también se produce, y ver a los tenientes jóvenes, a los capitanes jóvenes, a los sargentos jóvenes que van llegando a la tropa.  Y creo que esa experiencia de los más antiguos se mezcla con esas ganas, ese ímpetu, esa renovación de sangre de los más jóvenes.  

Además de probablemente el más joven, es el primer jefe del batallón que es también instructor de vuelo. ¿Qué supone eso para usted?

Creo que es un hito, algo que le viene bien a la unidad porque al final conocer los medios con los que trabajas es importante. Se puede ser un buen jefe sin ser piloto instructor, es cierto, pero qué duda cabe que así los temas que van pasando por mi mesa los puedo conocer de primera mano. Es una garantía y un valor añadido. 

¿Cuál es su experiencia personal pilotando un Tigre?

"En el actual ambiente internacional,debemos estar preparados" - Foto: Rueda VillaverdeYo he vivido la experiencia más grande que se puede vivir con el helicóptero Tigre, y fue pasar de un helicóptero como teníamos antes, que era el B-105, el helicóptero Bölkow, un helicóptero relativamente viejo, por así decirlo, a ver la transformación del Tigre. Era como tener un Seat 600 y pasar a conducir un Ferrari. Pasamos de un helicóptero con instrumentación analógica, con una aviónica que era relativamente sencilla, a un aparato complejo, que requería una preparación específica, dura, para poder no solo pilotarlo, que también, sino además a nivel de aviónica, pantallas, gestión; algo más parecido a un avión que a un simple helicóptero.  Además, esto se sumaba al manejo del sistema de armas, con un cañón principal de 30 milímetros, cohetes, un misil de aire-tierra, los sistemas de guerra electrónica para detección tanto de amenaza de radar como de un misil entrante...

¿El nuevo modelo MK III resolverá los problemas del actual, y esto podría atraer la atención de otros países al proyecto?

Siempre que hay una nueva versión es porque hay elementos mejorados. En cuanto a los países que se puedan sumar o a la capacidad de exportación del aparato, lo que sí que es cierto es que desde el primer momento es un proyecto a tres bandas, entre Alemania, Francia y España, y a día de hoy seguimos los tres países y, además, sigue funcionando la Escuela Franco-Alemana. Es cierto que luego las decisiones políticas siguen su curso y se toman en función de los criterios que tenga cada país o cada nación.  Lo que sí que tenemos claro es que para nosotros cualquier evolución que pueda haber del Tigre es positiva y nosotros trabajaremos en la medida de nuestras posibilidades para seguir avanzando en esa evolución. España ha apostado fuerte por esa renovación de medios, por esa modernización y por esa actualización del Tigre, en este caso, en su versión MK III.

¿Esas nuevas unidades de MK III serían aparatos nuevos o una evolución de los existentes? ¿Cuándo podrían estar listas?

Serían actualizaciones. Todo estos años, desde la entrega del Tigre, lo que se hace es trabajar sobre la base de lo que ya tenemos, realizando implementaciones y actualizaciones. En algunos casos puede producirse la sustitución de determinados sistemas, en otro caso es simplemente una actualización o modernización de otros, software, a veces hardware. Es decir, sobre los 18 helicópteros que tenemos ahora se producirían poco a poco de forma gradual y siguiendo un programa específicamente preparado y detallado esa evolución hacia el MK III. Ahora mismo el horizonte de su disponibilidad no está claro. Todo lo que sea antes de 2030 realmente nos viene muy cerca.

Antes Ucrania, ahora Israel… La escalada bélica internacional está creciendo. ¿Hay próxima alguna misión internacional para los Tigres del Bhela-I? 

"En este ambiente internacional, debemos estar preparados" - Foto: Rueda VillaverdeEn la actualidad no hay ninguna misión confirmada. Lo que sí que es cierto es que a nadie se le escapa que en el actual ambiente internacional, debemos estar preparados para que podamos responder ante cualquier amenaza de cualquier tipo. Es decir, que sin haber ningún tipo de confirmación, lo que sí que está claro es que la capacidad que ofrecemos siempre es bien recibida. Siempre estamos dispuestos a ofrecer esa protección de la fuerza, a poder ejercer esa capacidad de disuasión,  a poder defender a nuestras tropas o tropas de la coalición y a poder realizar acciones si se requiere. Nuestra misión es estar en disposición de poder desplegarnos en cualquier momento, y para eso estamos aquí y para eso nos apoyan las unidades que tenemos en la base Coronel Sánchez de Bilbao, para que el Bhela-I esté siempre dispuesto y que pueda ser la punta de lanza de las Fuerzas Aero Móviles del Ejército de Tierra. Es algo que tenemos en nuestro ADN.

Como piloto que es, estará deseando ponerse a los mandos de un nuevo MK III…

Siempre es un placer volar y estoy deseando volver a retomar sensaciones con el Tigre. Siempre es bueno el saber que se han mejorado las pequeñas imperfecciones o que se han corregido algunas determinadas cosas o que se han modernizado o actualizado otras. Un piloto tiene esa tranquilidad y esa seguridad de que la evolución también afecta en la seguridad de la aeronave. El helicóptero Tigre es un helicóptero muy seguro, pero siempre todo lo que sea modernizar, todo lo que sea implementar sistemas de seguridad,  mejoras en la aviónica, cambios de software para tener más capacidad…, todo eso como piloto siempre es bien recibido.

En el momento que pueda, mi idea es recuperar plenamente las calificaciones, hacer de piloto instructor, por supuesto, y volver a volar el Tigre, que es una ilusión. No es mi labor principal, mi labor principal es estar aquí desde el despacho mandando a los hombres y mujeres que conforman el batallón de helicópteros de ataque.  Pero, qué duda cabe, que me gustará aportar mi granito de arena en el momento que pueda, darme una 'vueltecita' y poder dar sesiones de instrucción con el Tigre.

¿Dónde se siente más responsabilidad, en la cabina de un Tigre o en el sillón del jefe del Bhela-I?

Hay más responsabilidad desde ese despacho. En la cabina de un helicóptero al final las cosas están bastante claras, has preparado tu misión, has podido trabajar en el sistema de preparación de la misión, puedes ver las zonas, el itinerario del recorrido, los puntos, las frecuencias… Sin embargo, desde mi nueva responsabilidad tienes que preparar la instrucción, dar todos los medios, dar las condiciones para que el batallón de helicóptero de ataque pueda instruirse, pueda seguir con una disponibilidad operativa alta. Conseguir tanto los recursos como el personal necesario y en las condiciones adecuadas para que pueda realizar su misión, qué duda cabe que es una responsabilidad importante y desde luego me parece que es más exigente de lo que era mi labor como instructor.