La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) continúa con las labores de restauración del río Bullaque, desde su nacimiento en el término municipal de Retuerta del Bullaque, hasta su desembocadora, en el término de Luciana, con una longitud de casi 94 kilómetros. El proyecto que se inició en junio del año pasado con un presupuesto total de 1.862.977 euros, cuenta con un plazo de ejecución de 24 meses, por lo que la CHG confía en finalizar la restauración del río antes del verano de 2026, según confirmaron a La Tribuna fuentes de la Confederación.
Hasta la fecha, y según las mismas fuentes, se ha ejecutado un 2 por ciento de las actuaciones. Así, entre ellas, ya ha visto la luz la primera ataguía (se trata de un elemento que se usa para encauzar flujos de agua y conseguir un área de trabajo seca) para poder ejecutar un pequeño resalto y mantener una pequeña lámina de agua en El Torno. Asimismo, se han restaurado las pasarelas peatonales, como la de Casas del Río, y se han retirado los aparcamientos en mal estado para su posterior sustitución en Retuerta del Bullaque y en Pueblonuevo del Bullaque, donde «se han retirado también los restos de un antiguo paso sobre el cauce del hormigón en masa deteriorado por el tiempo».
Junto a ello, se ha trabajado también en los dos observatorios de aves que se encontraban en mal estado en las inmediaciones del embalse Torre de Abraham. «Se ha retirado su estructura de madera, así como su cimentación», señalan desde la CHG. Actuaciones que se suman a la eliminación de los puentes peatonales de madera, también en mal estado, y de residuos. Además, se han reparado elementos como talanqueras y cartelería y se ha eliminado el entarimado de madera en Retuerta del Bullaque y aquellos elementos de paso sobre el cauce.
Obras encaminadas a recuperar la funcionalidad del río como ecosistema mejorando la continuidad de los flujos y la conectividad de los hábitat a lo largo del corredor fluvial y recuperando la integridad de las funciones hidrológicas y ecológicas de las riberas, fomentando la regeneración natural de su vegetación, así como el objetivo de optimizar la funcionalidad ambiental del cauce y su corredor fluvial para mejorar el funcionamiento hidráulico mediante la limpieza de las riberas, eliminación de pies muertos, corta de ejemplares en mal estado fitosanitario y favoreciendo la vegetación autóctona en la ribera. Aunque otro de los aspectos que se persiguen con este proyecto es mejorar el valor paisajístico y sociocultural de la zona propiciando el conocimiento, valoración y disfrute del río por parte de los ciudadanos.
Pero aún queda mucho por hacer como, por ejemplo, los tratamientos selvícolas, la implantación de nueva cobertura vegetal con la realización de módulos de plantaciones en las zonas de Porzuna y El Robledo, la limpieza del cauce en un tramo urbano de Retuerta del Bullaque para despejar ojos de puente y evitar posibles inundaciones y técnicas de bioingeniería para la protección de taludes, entre otras.