Seis claves de la metamorfosis del Barcelona

Ginés Muñoz (EFE)
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Las victorias contra el Oporto y el Atlético pueden suponer un punto de inflexión en un cuadro catalán que ha basado su lavado de cara en varios cambios tácticos

6 claves de la metamorfosis del Barcelona - Foto: Enric Fontcuberta

La convincente, aunque corta, victoria del Barcelona ante el Atlético de Madrid (1-0) del pasado domingo en LaLiga confirmó la metamorfosis que el conjunto azulgrana parece estar experimentado en su juego y que ya empezó a apuntar en la segunda parte ante el Oporto en Champions.

El punto de inflexión que pedía Xavi Hernández ha llegado, pero no solo por haber logrado dos triunfos significativos y de alto valor, sino por algunos cambios tácticos y en el once que han mejorado el rendimiento global y el juego del equipo.

Seguro de vida

Reemplazar a uno de los mejores porteros del mundo no es fácil, pero Iñaki Peña ha conseguido, en apenas tres partidos, que nadie se acuerde de Marc-André ter Stegen y su lesión de espalda.

Ante el conjunto portugués en la Liga de Campeones, el canterano salvó a su bloque con tres grandes paradas y contra los rojiblancos hizo otras dos que evitaron el empate colchonero en los últimos minutos.

Un arquero cerebral, que destaca en la toma de decisiones y por su buena lectura a la hora de sacar el balón jugado. Dos virtudes fundamentales para triunfar en el Barça. En el Olímpico Lluís Companys, la afición ya corea su nombre.

Permuta atrás

Aunque Xavi sigue insistiendo en que Ronald Araújo y Jules Koundé irán rotando en el lateral derecho en función del enfrentamiento, tener a uno de los mejores marcadores centrales del mundo desplazado a una banda no parece la mejor idea.

Ante el Atlético se demostró una vez más. El uruguayo, actuando en el eje, lo hace todo bien y llega donde ningún otro compañero lo hace. Mientras, el francés tiene más cualidades para subir por el costado y proyectarse en la parcela ofensiva.

Doble pivote

Lo que hacía Sergio Busquets él solo no lo puede hacer nadie más. El entrenador egarense intentó repetir la fórmula con Oriol Romeu, y el excentrocampista del Girona cumplió el expediente hasta que se lesionó Frenkie de Jong, siempre dispuesto a echarle una mano cuando el partido se ponía feo.

A la vuelta del neerlandés, Xavi apostó por retrasar la posición de Gündogan para tener a ambos en la base del cuadrado. El invento funcionó bien contra el Oporto y aún mejor ante el conjunto rojiblanco.

Tener a dos centrocampistas de tanto talento al inicio de la jugada es un lujo que pocos combinados se pueden permitir, y el Barcelona es uno de ellos. Su técnico ya ha adelantado que la apuesta va a tener continuidad.

El mejor pedri

Si hay alguien que parece insustituible en el conjunto azulgrana es Pedri. Esta temporada, el equipo se quedó muy pronto sin él y lo volvió a notar de forma salvaje en la creación.

El canario ha ido cogiendo ritmo poco a poco tras su regreso y el pasado domingo por fin se destapó. Generoso en la presión, se hartó de robar balones para después repartirlos con su clarividencia y buen criterio habitual.

El cuadro catalán necesitaba su dinamismo entre líneas y esa magia que solo poseen los elegidos como él. Y es que todo lo que pasa por su botas siempre lo devuelve mejorado.

Presión

A este Barcelona le cuesta un mundo encontrar espacios en el ataque estático, pero todos sus problemas desaparecen cuando se aplica en la presión tras pérdida.

En la recuperación en la línea de tres cuartos es cuando se le abren infinitas posibilidades, no solo porque puede atacar mejor, sino porque sufre mucho menos atrás.

En esa presión intensa sobre la salida del contrario se cimentó la solvencia y solidez del combinado dirigido por el preparador egarense el curso pasado, y recuperarla esta temporada resultaba capital. Ahora tan solo falta que esta directriz tenga continuidad en el tiempo.

Los Joaos

Pasarte años buscando un lateral derecho de garantías para acabar poniéndolo en la otra banda cuando lo encuentras parece una incongruencia, pero, si se analiza el rendimiento Joao Cancelo en la izquierda y su conexión con su compatriota Joao Félix, lo que podría considerarse una decisión extraña se convierte en una genialidad.

La química entre los portugueses resulta evidente. Cancelo por fuera y Félix como interior se han hecho los amos del costado zurdo y, si mantienen este rendimiento, las carencias que el equipo parece tener en el otro carril seguirán siendo un mal menor.