Cada prueba popular esconde muchas historias de superación y la XVI Carrera Urbana Ciudad Real La Tribuna no es una excepción. Aunque los atletas más rápidos son los que suelen llevarse la atención, muchos merecen también la condición de campeones. 

José María Álamo (Atletismo Bolaños) es un invidente que completó la prueba con su guía Jesús Ángel Martín. Debido a una enfermedad perdió la vista hace 8 años y bromeó al asegurar que su guía «se ha levantado mejor que yo y ha tocado sufrir. Corro por afición y es un gustazo poder hacerlo con tanta gente», explicó tras completar los 10 kilómetros en 45.40.

Tampoco faltaron Eusebio Sánchez y Rafael Martínez Gómez-Pimpollo, que hicieron la prueba descalzos, como ya viene siendo tradición los últimos años. 

Pancarta de ánimo para el atleta Andy Morales. - Foto: Rueda VillaverdeMuy especial fue esta edición para Sergio Asensio, que realizó su primer 10 kilómetros. Este arquitecto ciudadrealeño afincado en Madrid se sometió hace seis años a un trasplante multivisceral de siete órganos vitales y apenas podía completar la emoción al llegar a la línea de meta. Corrió acompañado de su hermana Sonia y en la línea de llegada estaba su madre. Carlos, su padre, es el presidente del Maratón Ala 14, club organizador de la carrera.

Un grupo de amigos de Andy Morales mostró una pancarta de ánimo al atleta valdepeñero, que está recuperándose de la indisposición que sufrió en la Media de Valdepeñas.

Mucha gente relacionada con el deporte también estuvo en la línea de salida, como Javier Ortiz, segundo entrenador del Caserío. Sin apenas dormir, pues llegó a Ciudad Real pasadas las 2 de la mañana tras vencer al Agustinos Alicante en una nueva jornada de la División de Honor Plata, se calzaba las zapatillas y realizaba los 10 kilómetros tirando del carro de su hijo Martín Ortiz Luengo.

La familia Caba, tras llegar a meta. - Foto: Rueda VillaverdeCon la camiseta del Caserío corrió precisamente Alberto Caba, exjugador del equipo, y que hizo la prueba junto a su padre, popularmente conocido como 'Nani'. «Correr con la familia es lo mejor que hay. Es un auténtico gustazo poder participar», aseguró Alberto.

A apenas medio minuto del cierre del control, establecido en una hora y cuarto, llegó Beatriz Fernández, integrante del Almagro Trotón, habitual en pruebas del Circuito y que por cuestiones personales y profesionales apenas puede entrenar, por lo que aseguraba que llegar a la meta era un auténtico reto cumplido.

Junto a ella estuvo María José, que en las últimas ediciones realiza esa labor de 'atleta escoba', y sin la cual aseguró la atleta «no hubiera podido llegar. Apenas puedo entrenar por mi situación, pero dije que iba a venir aquí y acabar y así lo he conseguido. Los primeros tienen cualidades y a mí me toca echarles ovarios. La gente te va animando mucho y te ayudan a conseguirlo», señaló. 

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