«Yo no he venido a hacer las cosas al gusto del Gobierno»

L.G.E.
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El presidente de la nueva Cámara de Cuentas asegura que «se harán las cosas con independencia. Y si no soy capaz, me tengo que largar»

«Si tenemos una democracia, vamos a hacerla de calidad. No se trata de comer todos los días comida basura», apunta Andújar. - Foto: Javier Pozo

Fernando Andújar, abogado y hellinero, fue votado por las Cortes el pasado verano como presidente de la Cámara de Cuentas. Desde entonces ha tenido que montar un nuevo órgano desde cero. Eso implica desde buscar un logo, a hacer obras en la segunda planta de un palacio toledano, reunirse con los responsables del Tribunal de Cuentas de Madrid, comprar muebles y formar una plantilla. «Hay tres auditores ya designados y falta uno, que seguramente será mujer y procedente de las entidades locales, que es lo que estoy buscando», apuntaba a La Tribuna hace unos días. Él salió votado con el apoyo de PSOE y PP y quería que el reglamento de la Cámara de Cuentas también saliera refrendado con más apoyo que el de los diputados socialistas. Finalmente no fue así, pero ahora tiene ya vía libre para empezar auditar.

¿Qué ha sido lo más duro de arrancar desde cero un nuevo órgano fiscalizador para Castilla-La Mancha?

Yo juro el cargo en las Cortes el 3 de junio, ese fue un día de comida con la familia y los amigos, pero a partir de ahí tienes que cambiar el chip. No tengo ningún personal y la primera cosa que hago días después es nombrar de secretaria general a Milagros Ortega, que estaba de letrada en el Consejo Consultivo. Había que comprar muebles, hacer obras y había que dibujar una plantilla. 

Al presidente de la Cámara no le gusta citar a la anterior Sindicatura: «No quiero que esto se dibuje como un órgano recuperado por venganza»Al presidente de la Cámara no le gusta citar a la anterior Sindicatura: «No quiero que esto se dibuje como un órgano recuperado por venganza» - Foto: Javier PozoEl dinero yo no lo tengo y todo esto hay que coordinarlo con el Gobierno, que por otro lado es al que vas a fiscalizar. Es curioso. Estuvimos negociando qué plantilla podía ser asumible para la economía regional y empezamos a fichar a gente. En estos meses de verano estuvimos con las cuestiones materiales. Paralelamente la ley decía que teníamos que hacer el reglamento en cuatro meses. No se cumplió. Hacer un reglamento es como hacer una ley. Lo terminamos más o menos a las puertas de la Navidad, con dos meses retraso. Luego ya ha entrado el ritmo de las Cortes para aprobarlo. 

Una vez aprobado el reglamento, ¿cómo se programan los primeros trabajos de auditoría de 2023?

Nosotros lo tenemos todo preparado para trabajar. Desde el Tribunal de Cuentas nos dieron la documentación de la comunidad autónoma y de las entidades locales. Estamos trabajando con la programación anual de 2023. Hemos dividido en cuatro las áreas: la administración regional, entidades locales, un área específica de contratos públicos y subvenciones y otra área que llamamos del sector público regional, con la universidad, televisiones, empresas públicas… Cada área está asignada a un auditor.

Andújar reconoce que el nivel de rendición de cuentas de los ayuntamientos es bajo: «La ley nos permitiría sancionar, pero quizá hay que ayudar»Andújar reconoce que el nivel de rendición de cuentas de los ayuntamientos es bajo: «La ley nos permitiría sancionar, pero quizá hay que ayudar» - Foto: Javier PozoEn la programación una cosa es lo obligatorio, como el examen y comprobación de la cuenta general de la Junta, de las empresas y entidades del sector público o de los proyectos financiados con los Fondos de Compensación Interterritorial. Pero hay una novedad no obligatoria. Vamos a hacer con el Tribunal de Cuentas fiscalizaciones que no son contables, sino trasversales, operativas. La primera será de las actuaciones realizadas en relación con el programa para digitalización del sector educativo en el marco del Plan de Recuperación y Resiliencia de los fondos europeos. Vamos a ver cómo se ha ido gastando el dinero en las pizarras digitales, que son bastantes millones ¿Por qué no hacemos más cosas? Pues porque estamos como estamos, poniendo las sillas. 

Entonces ¿Ya se pueden poner a auditar? ¿Cómo va a ser ese trabajo?

Oficialmente ya empezaremos a pedir documentación. La informática aquí va a ser clave porque tenemos 900 ayuntamientos, aunque nunca se hace todo, sino un muestreo. En mis reuniones con el Tribunal de Cuentas y otros órganos de control regionales he visto que se está utilizando inteligencia artificial, informática de detección. El propio programa, por ejemplo, hace una primera visión de las cuentas de un ayuntamiento y detecta ya hitos que están mal hechos. El auditor recibe esa notificación del programa de que hay que parar y ver qué pasa. 

Uno de nuestros objetivos es mejorar el sistema de rendición de cuentas de los ayuntamientos de Castilla-La Mancha porque el nivel es bajito en el Tribunal de Cuentas. La ley nos permitiría sancionar a alcaldes o funcionarios. Yo no creo que haya que hacer eso. A lo mejor hay que ayudar. 

Se trata de mirar las causas de por qué estos pueblos no pueden rendir cuentas...

Son sitios en los que hay un secretario interventor que comparten tres pueblos. En las diputaciones hay una obligación de ayudar a los ayuntamientos pequeñitos a través de un organismo que tiene. El Tribunal de Cuentas va a auditar a las cinco diputaciones a ver qué servicio le dan a los ayuntamientos pequeños. Es muy importante que las diputaciones les ayuden, es una de las razones por las que siguen existiendo. El tema de la rendición de cuentas es importante. Estamos en Europa y la transparencia y el control del gasto público es una obsesión.

Desde que suprimió la Sindicatura de Cuentas, las auditorías a Castilla-La Mancha las ha hecho el Tribunal de Cuentas nacional. Sus informes estaban bien hechos...

Muy bien hechos.

Entonces ¿por qué era necesario que volviéramos a tener un órgano propio?

Entiendo que las comunidades autónomas, sin ser históricas y con la humildad propia de los castellano-manchegos, se doten de una serie de instituciones de gestión de los intereses propios de la comunidad y que funcionan bien. El Consejo Consultivo no se pudo suprimir porque está en el Estatuto de Autonomía. He estado allí seis años y funciona de cine. Hace unos dictámenes que, para los que somos juristas, te hacen mirar a ver qué dicen. Aquí ocurre lo mismo. La presidenta del Tribunal de Cuentas en su comparecencia en la Comisión mixta del Congreso Senado estaba dando las cuentas de 2019 de Castilla-La Mancha. Eso es así porque lleva todo el sector público del Estado y el de esas comunidades autónomas que, por las circunstancias que sean, no tienen ese órgano. Aquí esperamos estar más cerca del tajo.

¿Dónde se ha quedado el Tribunal de Cuentas? ¿Dónde cogéis el relevo?

Cogemos el relevo del 2022. 

Es importante que no haya mucho retraso en estos informes para ir corrigiendo las cosas que se pueden hacer mejor. ¿Qué objetivo se pone? 

Yo cojo el 22 y ya le he dicho a mis auditores, aunque sé que no es fácil, que como máximo un año para hacer el informe. Tenemos que tener un valor añadido. Aparte de la calidad democrática, la eficacia. 

Con el Tribunal de Cuentas no hay contraposición alguna. Hay colaboración entre los distintos órganos de control externo de todas las comunidades. En otros ámbitos quizá se niegan ir los del País Vasco o Cataluña, pero aquí mi colega la presidenta vasca y el presidente catalán están yendo a todas las reuniones de coordinación. A mí el presidente del órgano de control catalán me ha ayudado un montón… y el presidente de Castilla y León. Galicia, por ejemplo, tiene uno de los órganos más potentes de España. Estoy hablando de sitios donde no gobierna el PSOE, porque esto no es un capricho de un partido o de otro. Han comprendido que es bueno tener instituciones autonómicas propias, consistentes, no para que se hagan las cosas al gusto de Gobierno, yo no he venido aquí a eso. Se harán con la independencia que yo sea capaz de sostener y, si no soy capaz, me tengo que largar. Las presiones que pueda recibir, que no he recibido ninguna hasta ahora, no las voy a soportar. 

Esto no es una cuestión ideológica, sino de cómo entiendes la comunidad autónoma y de cómo la fortaleces con instituciones propias.

Al final es una herramienta. Actualmente el nivel de burocracia ha crecido tanto y llegan ayudas de todos los lados, que está muy bien que haya alguien que diga si las cuentas se están haciendo bien…

Alguien desde fuera. La administración tiene sus interventores. Tienen control interno, ojo.

Al ser control interno, se podría pensar que a veces los interventores...

No, no. Los interventores son duros. Hacen sus reparos. A mí en la vida se me ocurriría ir en contra del informe de un secretario o un interventor. Tienen una vocación de control

Los interventores suelen ser pulcros en sus informes, pero está bien que un organismo te haga un apoyo, dado el nivel de cuentas que hay. 

Y la exigencia de transparencia en Europa. La parte bonita de los fondos europeos es una cosa, pero no podemos conformarnos con la fama que tenemos, porque no la debemos tener, ni nos digan los holandeses: 'no están ustedes gestionando limpiamente'. La influencia europea es tremenda. La Cámara de Cuentas de Castilla-La Mancha ya pertenece a la organización europea de órganos de control externo que no son del Estado. 

Comenta que la Cámara no es un órgano antagónico con el Tribunal de Cuentas. ¿No se pisarán?

Ellos tienen dos secciones. Una es la de fiscalización, que es la que vamos a coger nosotros. Pero hay una cosa que está reservada para el Tribunal de Cuentas. Ellos tienen también la sección de enjuiciamiento, que no es moco de pavo. No es como la de los juzgados, porque el Tribunal de Cuentas no condena a prisión a un señor por malversación, pero lo que le hace es que le quita su dinero, su casa, la cuenta bancaria. Si nosotros detectamos mañana que en algún sitio, en el Gobierno, en un ayuntamiento o diputación alguien ha ido más allá de lo que es una mala gestión económica, daremos inmediatamente cuenta al Tribunal de Cuentas y podrá abrir un procedimiento que se llama de alcance, que tiene consecuencias muy graves. El Tribunal de Cuentas nos puede decir que nos encarguemos de lo que sería como la instrucción.

La Cámara se ha creado de nuevas, pero antes había en la región una Sindicatura de Cuentas. ¿Se va a cambiar en competencias o en la forma en funcionamiento?

No se ha cambiado demasiado. Es que esto son lentejas. Aquello por lo visto funcionó bien. Y en un momento concreto con la crisis inmobiliaria un informe se hizo por el Estado para que se suprimieran órganos, pero le tocó a Castilla-La Mancha ser el laboratorio porque hay otras comunidades que no lo suprimieron. No hay grandes cambios, lo que hay es otra época. El desarrollo de la información y de la inteligencia artificial no tienen nada que ver. 

Vamos a firmar dos convenios del Tribunal de Cuentas con los órganos de control autonómicos que hemos querido, los que somos más humildes, para financiar dos plataformas informáticas. Cada órgano va a poner una parte del dinero y el 60 por ciento lo pone el Tribunal de Cuentas. Una es Fisconex para que las entidades locales metan los contratos: la compra de combustible, la obra de una carretera. La otra es Fiscalicex, un instrumento para que una vez que metes los datos de una administración, de gastos e ingresos, aplicará inteligencia artificial para ayudar a los auditores. La informática les va a decir dónde está el problema.

El reglamento de la Cámara abre la posibilidad a que les lleguen encargos. Cuando los hacen los políticos ¿hay que fiarse de sus intenciones? Podrían hacerlo para levantar sospechas sobre el rival.

En el reglamento lo hemos redactado de forma que si vemos que no hay fundamento, podemos rechazarlo. Hay que justificarlo, motivarlo, porque eso sería una fiscalización extraordinaria. Nosotros tenemos que filtrar. 

Al final actuáis como una fiscalía, tiene que haber indicios...

Tiene que haber un poco de objetividad. No somos un instrumento de ningún partido ni de ningún gobierno. Si no, esto no vale para nada. No serviría más que para perder el tiempo. Si tienes noticias de que tu alcalde o alcaldesa anterior ha robado, vete a la Fiscalía y pon una denuncia.

Pero ahí puede tener un desgaste, porque el político va a tirar del teléfono…

Y yo puedo cogerlo o no. 

¿Las Cortes lo tendrían que autorizar?

La Mesa de las Cortes es el canal y nosotros podemos decir que entendemos que algo no está bien motivado. Lo importante sobre todo es la independencia. Esto carecerá de sentido si se convierte en el arma del gobierno de turno, del PP, del PSOE o de quien mande. Eso los grupos políticos deberían comprenderlo. Yo nunca cito la Sindicatura, no quiero que esto se dibuje como un órgano recuperado por venganza y que en el PP digan que se tiene que quitar porque Cospedal lo eliminó. Vamos a poner el contador a cero. 

Vamos a entender que esto está al servicio de la comunidad autónoma. Fortalézcanlo no tratando de presionar o de manipularlo. Entonces tendrán más calidad democrática. No se trata de comer todo los días comida basura. Si tenemos una democracia, vamos a hacerla de calidad.