Tortura con Epi y Blas

Agencias / Washington
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La cárcel estadounidense de Guantánamo utiliza la banda sonora de la serie infantil 'Barrio Sésamo' para atormentar a sus prisioneros y minarles así la moral

Tortura con Epi y Blas

Aunque para muchos el recuerdo de Barrio Sesamo sea agradable y sirva para remorar la más tierna infancia, las aventuras de Epi y Blas, Triki, Coco y compañía no son otra cosa que una tortura. Y es que la cárcel estadounidense de Guantánamo, tristemente conocida por su historial de vejaciones a los presos, ha decidido emplear las canciones de esos personajes televisivos para atormentar a sus prisioneros.

Según reveló recientemente un documental de la cadena qatarí Al Jazeera, los guardias del penal se sirven de la banda sonora del programa televisivo para acabar con los nervios de los detenidos, ya que son obligados a llevar unos auriculares, durante horas, con la música de la serie, repitiendo las canciones hasta la saciedad durante varios días.

El compositor de los temas de ese espacio infantil, Christopher Cerf, mostró su indignación al conocer la noticia. «Mi primera reacción fue decir: esto no puede ser verdad», manifestó a un periódico estadounidense.

«Por supuesto que no me gustó saber que yo mismo estaba ayudando a acabar con la moral de muchos de los prisioneros, pero fue mucho peor cuando me enteré de que, además, utilizaban la música para los interrogatorios más largos, para provocar tal dolor en los detenidos que al final no tuvieran más remedio que hablar».

Pero lo cierto es que no es la primera vez que Estados Unidos se sirve de las canciones de este popular programa para obtener declaraciones de los prisioneros. Ya durante la guerra de Irak, en 2003, las tropas norteamericanas reproducían la música del espacio infantil para hacer que los apresados en el país árabe tardaran menos en desvelar todas sus informaciones.

Tampoco es la única banda sonora de la que se ha servido el país para tratar de bajar la moral de los enemigos. Según otro reportaje de la BBC, el grupo de rock Metallica es el favorito de los torturadores estadounidenses, que también lo utilizaron tanto en Irak como en Guantánamo.