Ocho túmulos ibéricos afloran en la necrópolis III

D. A. F.
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Las excavaciones de esta temporada concluyen hoy a la espera de los trabajados de vallado para proteger este hallazgo, el cementerio más amplio de los que hasta ahora se han localizado en el entorno del parque arqueológico de Alarcos

Ocho túmulos ibéricos afloran en la necrópolis III - Foto: Rueda Villaverde

La campaña de excavaciones en el Parque Arqueológico de Alarcos concluye hoy, después de dos semanas de actividad en las que se ha ampliado el conocimiento sobre la necrópolis ibérica III, que supera el centenar de tumbas; pero también sobre el cementerio almohade, vecino al castillo, que ha desvelado nuevos enterramientos. Los trabajos en la fortaleza medieval también han permitido sacar a la luz una habitación de uso almohade situada bajo otras estructuras del siglo XIV.

La directora del yacimiento, Rosario García Huertas, explicó que uno de los objetivos de esta campaña era buscar los límites hasta los que llegaba la necrópolis ibérica, localizada en 2021, y cuyas primeras excavaciones se realizaron el año pasado. «Tiene una extensión de media hectárea», reconoció la arqueóloga y profesora de la UCLM, que, sin embargo, precisó que los trabajos ejecutados este verano se ciñen a un área de unos 2.000 metros cuadrados.

En cuanto a los hallazgos en este espacio, la investigadora señala que se han identificado más de un centenar de tumbas de hoyo y ocho túmulos. Las primeras son las más frecuentes en el mundo ibérico. Para ello, «el cuerpo era incinerado y los restos se introducían en una urna, que se enterraba en un hoyo» en compañía de un ajuar más o menos modesto. Dentro de esta amplitud existían varias tipologías, como hoyos forrados con piedras y otras ocasiones hoyos dobles, en los que un agujero contenía los restos del difunto y otro guardaba sus enseres.

Ocho túmulos ibéricos afloran en la necrópolis III
Ocho túmulos ibéricos afloran en la necrópolis III - Foto: Rueda VillaverdeSin embargo, resultan mucho más espectaculares las ocho tumbas de túmulo formadas por construcciones que se levantaban sobre la rasante del suelo y que teóricamente obedecen a un reconocimiento social del difunto. A pesar de ello, García Huertas advierte que «no necesariamente a una mejor posición económica», puesto que en algunas tumbas de urna también se han encontrado ajuares muy bien dotados, incluso superiores a los de alguno de los túmulos.

Estas ocho tumbas destacadas presentan a su vez una gran variedad formal y de materiales, de modo que se han hallado distintos tipos de piedra y formas completamente diferentes, tanto en lo que se refiere a la cámara mortuoria como en su cobertura.

Con respecto a los hallazgos materiales de esta campaña, la arqueóloga resalta que esta vez la mayor parte de ellos han sido material cerámico y se han descubierto muy pocos elementos metálicos y en muy malas condiciones. «El hierro (armas) aparece muy deteriorado y el bronce está un poco mejor», desvela.

Ocho túmulos ibéricos afloran en la necrópolis III
Ocho túmulos ibéricos afloran en la necrópolis III - Foto: Rueda VillaverdeLa necrópolis se ha datado entre el siglo VI y el siglo I a. C, aunque García Huertas adelanta que no se descarta que pueda ser «incluso anterior». En cualquier caso, la necrópolis III es hasta ahora la más grande de la época ibérica, puesto que de sus predecesoras, la I, situada junto a la ciudad, sólo se localizaron seis tumbas; y la II, hallada junto al río Guadiana, cuenta con 25 enterramientos, puesto que es posible que una parte de las tumbas que componían este cementerio fuesen afectadas por la construcción de la carretera que conduce a Poblete.

La historiadora de la UCLM señala que recientemente, la Junta de Comunidades anunció que próximamente se vallará esta necrópolis para protegerla de incursiones no deseadas y como primer paso para un proceso destinado a «hacerla visitable», de modo que los visitantes «puedan entender lo que están viendo».

El cementerio almohade. El responsable de la excavación en la parte medieval, Antonio de Juan, detalló que se ha localizado «un muro de piedra que nos permite delimitar el cementerio almohade por el lado sur», así como tres tumbas de niños y otra de adultos que no se conocían hasta ahora. También ha salido a la luz «una espada corta de infantería, probablemente de la época de la batalla», apunta.

Ocho túmulos ibéricos afloran en la necrópolis IIIOcho túmulos ibéricos afloran en la necrópolis III - Foto: Rueda VillaverdeEstos hallazgos permitirán «aumentar la información que teníamos sobre las costumbres de la guarnición almohade del castillo y la relación que tenía con esta necrópolis».

Por otro lado, en el interior de la fortaleza se ha localizado «una habitación de la época islámica», en la que también han aparecido algunos de ellos «el más destacado de ellos un martillo que es evidentemente de factura almohade», señala De Juan, quien considera que este espacio, situado debajo de otras dependencias del siglo XIV, pudo corresponder a un carpintero o un orfebre del siglo XIII.

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Ocho túmulos ibéricos afloran en la necrópolis III - Foto: Rueda Villaverde
Ocho túmulos ibéricos afloran en la necrópolis III
Ocho túmulos ibéricos afloran en la necrópolis III - Foto: Rueda Villaverde

El equipo de excavación ha estado formado por 16 personas en la parte ibérica y nueve en la medieval, estudiantes de la UCLM, los primeros dirigidos por Rosario García Huertas, David Rodríguez, Javier Morales y Pedro Miguel; mientras que los segundos operaban de la mano de Antonio de Juan y Diego Lucendo. Los trabajos han contado con la aportación económica de la Junta de Comunidades, a la que se han sumado sendas subvenciones de los Ayuntamientos de Ciudad Real y Poblete.