Luis Fernando Ramírez: «La imaginería innova despacio»

Diego Farto
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Es un imaginero nacido en Ciudad Real y taller en Sevilla. Inició su formación en la Escuela de Artes de Ciudad Real y actualmente culmina sus estudios de Bellas Artes en la capital andaluza.

Luis Fernando Ramírez Mata - Foto: La Tribuna de Ciudad Real.

Luis Fernando Ramírez es un buen conversador, más si de lo que se trata es de hablar de arte y muy especialmente de arte religioso.

¿Cuándo se decidió a poner su propio taller?

Llevo con taller propio desde 2009, que me encargaron la imagen de un Nazareno. Antes de tener el taller ya hacía mi obra, pero cuando recibí ese encargo para Ciudad Real es cuando decidí establecerme por mi cuenta. Además que tampoco tenía sitio para trabajar porque ya me estaba encontrando con bastante contratos y no podía llevarlo todo a cabo, por eso tomé la decisión de independizarme. Aunque la situación actual es complicada por la situación económica, pero me van saliendo trabajos.

Dedicarse a la imaginería religiosa, ¿es una forma de limitarse el campo de trabajo?

Yo soy escultor. Pero para mí la Semana Santa siempre ha sido algo muy importante en mi vida. Un escultor se puede especializar en hacer arte contemporáneo o en hacer retratos y yo me he querido especializar en la imaginería y espero llegar a ser un gran imaginero.

Puesto que las obras de imaginería se mueven en unos parámetros mucho más estrictos que en otros sectores artísticos, ¿cómo se consigue la originalidad?

Es lo más difícil del trabajo. Cada uno tiene su estilo y su forma de trabajar, pero siempre es un arte más clásico y no puedes salirte de lo que hay porque le chocaría al espectador cofrade, al que va a rezar. Hay que tener en cuenta que vas a hacer una obra que es para que los fieles vayan a rezar. Tu trabajo tiene una repercusión artística y a la vez religiosa. Es decir, que tienes que hacer una obra que tenga consistencia, pero que esté dentro de unos cánones. La historia de arte ha hecho un canon de lo que es la imagen de Cristo o la de María, pero también le puedas dar tu sello y tu originalidad.

¿Cómo se consigue?

Cada imaginero tiene su sello y para mí es muy importante la mirada. También sé que la imaginería tiene una evolución y poquito a poco se va innovando. Lo que pasa es que tampoco puede ser una innovación drástica porque a la gente le chocaría.

Cuando recibe un encargo, ¿qué hace antes de ponerse a trabajar materialmente en un proyecto?

Cuando alguien me dice que quiere hacer una imagen, antes de todo lo que hago es investigar la hermandad para que la imagen vaya en consonancia con ella. Si es más alegre, le puedes poner una imagen más joven, si es más seria, la Dolorosa tiene que ser más dramática. También tienes que investigar dónde va la obra. Si es para Andalucía, para Castilla-La Mancha o Castilla y León, y también es muy importante saber el sitio dónde se va a poner.

Por cierto, ¿cómo es la imagen de la Virgen del Rosario que acaba de presentar en Lebrija?

Bueno, esa imagen no va ir para Lebrija. Se hizo una exposición con mi obra y la llevé como pieza principal una Virgen del Rosario que tengo a la venta por si alguna iglesia o alguna hermandad están interesadas. Tenía ganas de tenerla como parte de mi obra, como una imagen que además es característica de Semana Santa y más en Andalucía. Creo que es una prueba de lo que puede ser una imagen mía de carácter popular.

¿Cómo es una imagen concebida para Ciudad Real y Castilla-La Mancha?

No cambia mucho con respecto a Andalucía. La gente de Ciudad Real se ha acostumbrado a lo que es la imaginería de Sevilla y la mayoría de los trabajos profesionales que se hacen en Ciudad Real son de autoría andaluza.