El Balonmano Alarcos afronta este sábado su primer encuentro de la fase por la permanencia. Un encuentro que se disputará en la pista del Oviedo, líder de este grupo por a salvación con 12 puntos, tres más que el cuadro ciudadrealeño y que estuvo luchando casi hasta el final por entrar en la fase por el ascenso.

Pepe Mora, extremo del Alarcos, es uno de los supervivientes de la pasada temporada, cuando el equipo manchego logró la salvación en una agónica jornada final ante el Alcobendas. Ahora el contexto es diferente y el canterano no oculta que la mala racha de resultados "pesa en el grupo, pero no queda otra que levantarse. Ahora cada encuentro es una final y todos los puntos son claves. Nos quedan diez batallas a vida o muerte. Hay que conseguir la permanencia por lo civil o por lo criminal".

Tras el parón de competición de la pasada semana, Mora ve "un grupo muy unido. Nosotros sabemos mejor que nadie dónde están nuestros errores. En esta Liga no puedes permitirte 5 o 10 minutos malos. No sé si por inexperiencia o por qué, pero ya no valen excusas ni lamentaciones, sólo queda trabajar aún más porque cada punto es oro".

En cuanto al primer encuentro en la pista del Oviedo, considera que, a pesar de ser un recién ascendido, "podría estar perfectamente jugando en la fase por el ascenso. Va a ser un partido muy duro en un pabellón donde la gente aprieta mucho. Quizá puede que sea uno de los peores rivales que nos podía tocar y además en su pista, pero aquí no valen excusas". Además, no cree que el haberse quedado tan cerca de jugar por el ascenso pueda pesar mentalmente al equipo asturiano.

AGRADECIMIENTO AL CLUB. Por otro lado, Isidre Pérez, técnico del equipo, quiso agradecer al club que haya resuelto ya los impagos que mantenía con la Federación Española y que permiten ya a la plantilla centrarse única y exclusivamente en el balonmano. "El club ha estado a la altura de las circunstancias y después de todo el revuelo, la gente ya se ha centrado en la palabra balonmano y en el rendimiento deportivo".