Con la entrada en septiembre, Ciudad Real da por superada la época del año con un riesgo de incendios forestales más alto, y lo hace con muy buenas noticias. Según las cifras aportadas a La Tribuna desde el Centro Operativo Provincial (COP) del Infocam, hasta el 31 de agosto los servicios contra incendios tuvieron que trabajar en 94 fuegos, casi la mitad que en el mismo periodo del año pasado (195), y de éstos la gran mayoría (84%) se quedaron solo en conatos (menos de una hectárea afectada). Un descenso de incidencia más acentuado si se comparan las hectáreas que han ardido, sólo 172, por las 5.150 que ardieron de enero a agosto de 2022 (un 97% menos).
De estas 172 hectáreas afectadas por las llamas, 68 corresponden al incendio forestal más importante del verano, el que se declaró el 25 de agosto en el término municipal de Puebla de Don Rodrigo, junto a la carretera N-430. Llamas que provocó un camión que circulaba por esta vía con una placa metálica desprendida que fue provocando chispas al rozar con el asfalto, hasta causar tres igniciones distintas. Un incendio que fue declarado de nivel 1 al tenerse que cortar el tráfico, aunque su envergadura no pasó a mayores, pese a tener una gran potencialidad. Para seguir con la comparativa, el siniestro más grave que hubo que lamentar en 2022 fue el incendio en Malagón, que calcinó 3.000 hectáreas.
¿Por qué tan pocos incendios forestales este verano? La respuesta la tiene Juan Pedro García, director del COP de Ciudad Real, que integran 601 personas. La sequía, que redujo considerablemente el crecimiento de los pastos, las lluvias caídas en junio, la concienciación y buenos usos agrícolas y los trabajos forestales en prevención y actuación, están dando como resultado una campaña «inusualmente positiva», con la menor incidencia, al menos, de la última década. Una situación que, advierte el jefe del COP, es «anómala» para Ciudad Real y que no tiene por qué repetirse el año que viene. «Ojalá y los números sigan siendo tan buenos, pero si no es así, eso no significará que desde la lucha contra los incendios se habrá hecho mal, sino que habría que analizar todos los factores en su conjunto», apunta Juan Pedro García.
Y todo después de que en el mes de mayo «nos temíamos lo peor», con una pertinaz sequía, la primera ola de calor y el inquietante referente del vecino incendio en Pinofranquedado (Cáceres), en el corazón de Las Hurdes, donde ardieron 11.000 hectáreas.
Desescalada en septiembre
La lluvia caída en este inicio de septiembre, junto a la previsión de descenso del riesgo potencial de incendios forestales, permitirá al COP iniciar su desescalada en el operativo. El día 11, de las 57 unidades que operan en la provincia 17 pasarán a prevención, y se espera que con la llegada de octubre la totalidad de ellas haga lo mismo.
Atrás quedará una campaña que, a falta de lo que pueda pasar este mes, será la más positiva en mucho tiempo, lo que no ha impedido que el director del COP haya «exigido el máximo a todo el dispositivo», para mantenerse en guardia pese a que sus incursiones en el monte han sido muy escasas, afortunadamente.