El Caserío retoma la Liga con una complicada visita este sábado al pabellón Fernando Argüelles de Antequera (sábado. 18.30 horas. Arbitraje de López Martos y Cubas Martínez). Tras siete victorias consecutivas en Liga, más la de Copa del Rey frente a un conjunto de Liga Asobal como el Cantabria Sinfín, los de Santi Urdiales desean mantener esa racha triunfal, que le mantiene junto al Guadalajara en el liderato de la División de Honor Plata.

Ahora bien, la empresa no será nada fácil, pues a la ya de por sí complejidad del rival hay que sumar las bajas por lesiones. Nico Barceló se fracturó el escafoides y, en principio, no podrá reaparecer hasta el parón navideño. Otro zurdo de la plantilla, Nico Ayúcar, se ha resentido de su lesión de hombro y Pablo Campanario, uno de los capitanes del equipo, sufre una rotura muscular.

Bajas importantes, pero en las que el técnico del Caserío no quiere excusarse, al contrario, apunta que debe suponer un plus de motivación para que todos den más en la pista. El preparador del Caserío, al margen de estas bajas por lesión, considera que el parón era necesario "para desconectar" porque desde agosto "habíamos acumulado mucha carga física y psicológica. Estamos muy contentos con este primer tramo de competición, pero hay que tomárnoslo como si ahora empezáramos con 0 puntos".

Sobre el Antequera, que es cuarto con 9 puntos, aseguró que "es muy buen equipo, bien dirigido y con jugadores de mucho nivel. Será un partido complicado y duro", de tal modo que apostó por "la humildad y trabajo" para llegar en las mejores condiciones posibles.