La International Foundation for Spiritual Unfoldment (IFSU) será la responsable de que el actor Rafael Álvarez El Brujo, esté el próximo 18 de mayo, a las 20.30 horas, sobre el escenario del Corral de Comedias de Almagro. Pero no será para representar uno de los monólogos con los que ha cautivado al público del Festival Internacional de Teatro Clásico en diferentes ediciones, sino como participante en una mesa redonda organizada por esta fundación bajo el título 'Espiritualidad y Cultura - El Hacer del Ser', según recoge una nota de prensa de esta organización.
En la mesa estarán también como ponentes Pablo d'Ors, Escritor y sacerdote, fundador de la Asociación Amigos del Desierto; José Andrés Rojo, periodista, redactor jefe de Opinión del El País y escritor; yRamón Leonato, profesor de Meditación y presidente de la Sociedad Española de Meditación.
La mesa redonda surge de constatar que el poder de la tecnología está creciendo a pasos agigantados, pero ello lleva a la duda de si los seres humanos está preparados para el impacto que esto tendrá en la civilización. La nota recuerda a Max Tegmark, del MIT, quien señaló que la creación de una inteligencia artificial general puede ser mucho más peligrosa que la tecnología nuclear, lo que lleva a reflexionar sobre el futuro de la especie. Tegmark es uno de los principales proponentes de parar el desarrollo de la IA en al menos seis meses para reflexionar antes. En este contexto, la cultura y las corrientes espirituales tienen un papel fundamental que desempeñar.
La mesa redonda 'Espiritualidad y Cultura El Hacer del Ser' busca explorar cómo la cultura y las corrientes espirituales pueden colaborar para ofrecer respuestas y soluciones en una época de incertidumbre y fragmentación social. En una humanidad con el poder que la tecnología pone en sus manos, el ejercicio del poder se verá dotado de herramientas que ahora solo se puede imaginar. Esto está ocurriendo mientras las sociedades se fragmentan, se radicalizan, y la insatisfacción con el lugar en el que viven las personas se va expandiendo en una especie de frustración social animada por el fluir de los acontecimientos.