Ambos consistorios conocían la reticencia del Ministerio a colocar semáforos o pasos de peatones en las entradas y salidas de las vías de alta capacidad cuando presentaron el proyecto, y ahora deben decidir si impulsan uno nuevo o desempolvan la otra opción que dejaron en el cajón: el de construir una pasarela peatonal independiente. El mayor inconveniente es su coste, estimado en 1,75 millones de euros, prácticamente el doble de lo previsto para la opción elegida en primera instancia.