Este Mundial, en el fondo, albergaba una de las 'porras' más fáciles: apostar duro por equipos europeos. Probablemente termine saliendo bien (el PSG mantiene el ritmo de crucero que le llevó a la Champions, el Real Madrid, competidor eterno, va carburando…) pero nadie esperaba tanto tropiezo y, llegados los octavos de final del torneo, tan sonado como el que protagonizaron Inter de Milán y Manchester City, eliminados por el Fluminense brasileño y el Al-Hilal saudí respectivamente.
Antes de alcanzar ese punto, el del doble fiasco de dos de los favoritos, el fútbol del Viejo Continente llegaba sobre aviso: de los 28 partidos entre equipos europeos y no europeos disputados en la fase de grupos, lo que iba a ser algo parecido a un pleno según los pronósticos derivó en siete empates y tres sonadas derrotas: el 2-1 del Oporto ante el Inter de Miami, el 1-0 del Botafogo al PSG y el 3-1 del Flamengo ante el Chelsea.
A cuartos de final solo llegaron cinco de los doce representantes de la UEFA, una sorpresa mayúscula: en la fase de grupos se perdieron Oporto, Atlético y Salzburgo, y en octavos cayeron Benfica, Juventus… y los dos finalistas de la Champions'23, Manchester City e Inter de Milán. Por diversos motivos, han olvidado competir.
Nerazzurri
Desde que eliminaron al Barça en semifinales de la Champions en aquella eliminatoria para la historia (global de 7-6), todo ha sido un desastre para los 'nerazzurri'. Antes ya habían dado síntomas de flaqueza con dos derrotas ante Bolonia y Roma que permitieron el 'sorpasso' del Nápoles (y, en medio, otro traspié en la final de la Coppa ante el gran rival, el Milan). Desde la euforia en 'semis', el 18 de mayo se les escapó el título de Liga con un empate (2-2) en casa ante el Lazio: un doblete de Pedro (el segundo gol, de penalti en el minuto 90) permitió a los napolitanos afianzarse en el liderato para conquistar el 'Scudetto'. Y el 31 de mayo, en la final de la Liga de Campeones, encajaron ante el PSG una goleada de leyenda (5-0).
La salida de Simone Inzaghi hacia la Saudi Pro League (habría tenido tomada la decisión de abandonar el club antes de jugar la final) descabezó el proyecto, y Christian Chivu casi no ha tenido tiempo de cortar esos biorritmos negativos que arrastra un equipo en depresión. Las guerras intestinas han destrozado el vestuario. «El que no quiera seguir, que se vaya», declaró enfadado Lautaro Martínez, capitán, tras perder (2-0) en octavos ante Fluminense. El mensaje iba dirigido hacia una de las piezas clave, Çalhanoglu, que disfruta de sus vacaciones (merced a una lesión 'sospechosa' según algunos medios italianos) mientras sus compañeros juegan el Mundial. Los rumores sobre una salida del turco (el United es uno de los pretendientes) son cada vez mayores. Y en Italia dan ya por hecha la llegada de Ederson (Atalanta) al eje del mediocampo interista.
Citizens
El gran bombazo del Mundial de Clubes, no obstante, aún estaba por llegar al día. Precisamente a manos de Simone Inzaghi. El Manchester City había gastado cerca de 130 millones en esa 'ventana extra' que se ha permitido a los equipos participantes. Reijnders (55 millones), Ait-Nouri (37) y Cherki (37) reforzaban a un equipo que necesitaba reivindicarse tras una temporada penosa en la Champions y de tintes similares en la Premier.
Nada de eso sucedió. Los buenos presagios de la primera fase (tres victorias con 13 goles a favor, cinco de ellos en el brillante triunfo sobre la Juventus) se esfumaron frente al combinado saudí. Un partido caótico en el que los ingleses demostraron exactamente que han olvidado cómo competir desde el más elemental de los principios: el defensivo. El conjunto de Inzaghi no solo marcó cuatro goles, sino que disparó 17 veces contra la portería de Ederson. Y sí, la posesión fue claramente 'citizen' (70 por ciento), pero los agujeros atrás fueron grotescos. Pep Guardiola no da con la tecla desde la primavera mágica de 2023, cuando conquistó la Champions. «Si esto fuese el Barça o el Madrid, me habrían despedido», reconoció. Pudo agarrarse a la coartada de la lesión de Rodri, su pieza angular, durante toda la 24/25. Y ha gastado desde enero casi 350 millones para enderezar el rumbo… pero en la vuelta del mediocentro español las cosas siguen sin mejorar: presión deslavazada, poca velocidad en la circulación del esférico y, sobre todo, un espacio descontrolado a la espalda de sus defensores que permitió al Al-Hilal ejecutar los letales contragolpes que han destrozado la temporada 'sky blue'.
Caídos dos gigantes, el panorama se aclara para el resto de equipos-UEFA… pero sobre todo para el fútbol lejos de los grandes focos. O el Fluminense (sexto en el campeonato brasileño) o el propio Al-Hilal (segundo tras el Al Ittihad en el saudí) estarán en semifinales. Un aviso serio a navegantes del Viejo Continente que midieron mal el torneo: ser favorito sin competir es, directamente, no serlo.