El Palacio Euskalduna de Bilbao completó su aforo el pasado viernes con la Orquesta Filarmónica de la Mancha. El público asistente se deleitó con canciones de siempre bajo un prisma sinfónico con nuevos colores, ritmos y timbre, versionadas y arregladas por Francisco Antonio Moya. El programa se completó con tres célebres obras para violín solista: De Sarasate, Jota Navarra y Zapateado; y Czardas de Monti.
La soprano Amparo Navarro, muy resuelta en la voz, destacó por su expresividad y sus grandes dotes de actriz al igual que el barítono Andrés del Pino. En cambio, el tenor Israel Lozano defraudó con su actuación al público entendido, que según la propia orquesta, sufrió «diversos problemas de afinación y memorización de las obras» y «ofreció una gran muestra de inseguridad enmascarada con perfectos agudos».
A su vez, el tenor cómico Juanma Cifuentes fue todo un showman en el escenario. Arrancó las carcajadas del público en todos los personajes que interpretó, con una voz perfecta para los papeles que interpretaba.
Elena Mikhailova (violín solista) derrochó virtuosismo «con una excelente técnica y expresividad que conmovió al público».