j.m.f. (spc)-agencias / madrid
Hace poco más de un año, se produjo un hecho que supuso un duro golpe -otro más- para las víctimas del terrorismo:en el antiguo matadero de Durango (Vizcaya), como no podía ser de otra forma, unos 70 expresos de ETA, comandados por ilustres asesinos como Mamarru o Kubati, exigían -en una rueda de prensa sin preguntas- al Gobierno la excarcelación de todos sus compañeros y el derecho a decidir. De todo aquello no quedó nada o casi nada, porque hay un cisma en la Audiencia Nacional sobre el cómputo de penas en el extranjero, lo que provocó que Santi Potros, otra leyenda, esté en la calle. Hace unos días se supo que detrás de todos esos criminales, detrás del EPKK está un viejo conocido:José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, Josu Ternera.
Fugado de la Justicia española desde 2003 y con un cáncer terminal de estómago detectado hace ya casi siete años -quizás es el mismo tipo de tumor que el de Bolinaga, que sigue vivo a pesar no darle ni para el turrón en 2012-, el de Miravalles (Vizcaya) parece que dirige el aparato político, dado que el militar prácticamente está desactivado desde el 20 de octubre de 2011. Tiene como lugartenientes a su hijo Egoitz, a David Pla Martín, Mintzo, e Iratxe Sorzábal Díez, Ezpela, estos dos últimos fueron los que leyeron el ansiado comunicado. Joseba Iñaki Reta de Frutos y Xabier Goienetxea Iragorri figurarían como principales responsables del aparato logístico-militar de ETA, ya que ambos se habrían fusionado. Así, al menos, lo sostiene la Ertzaintza en el informe remitido recientemente al juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez.
El que fuera diputado vasco por EH y miembro de la Comisión de Derechos Humanos de dicha Cámara regional, algo insultante para una persona a la que se le atribuyen medio centenar de asesinatos, fue localizado en 2013 en Durban sur Aziere (150 habitantes), muy cerca de la frontera española por el Valle de Arán, donde vivía desde 2007 como profesor de Historia junto con su mujer. Un chivatazo le permitió eludir el cerco de la Policía.
Huido está también su hijo Egoitz Urrutikoetxea, sobre el que pesa una orden europea de detención y entrega dictada por la Justicia Francesa, que le condenó en varios sumarios por sus actividades en el seno de ETA.
Conviene recordar que Ternera, cuando estaba en la cúpula de la organización criminal, se opuso abiertamente a las famosas Conversaciones de Argel del año 1982, en las que el Gobierno de Felipe González intentó en vano llegar a un acuerdo con los asesinos a fin de que cesaran su actividad. Ahora parece que precisamente eso es lo que rentabilizan los asesinos, dado que sus brazos políticos en la actualidad -aunque Sortu sigue más la línea oficial-, EHBildu tiene 21 diputados en el Parlamento vasco, y Amaiur seis en el Congreso de los Diputados, y está presionando lo indecible al PNV para que siga el ejemplo de Artur Mas en su cruzada independentista catalana.
Todo indica que en 2015 habrá pocos movimientos de ETA -lo del desarme es una quimera-, entre otras cosas porque la comanda la línea dura, y porque esa cúpula intergeneracional sabe que el Gobierno del PP no va a dar su brazo a torcer, a diferencia de algunos jueces, comenzando por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo...