Un título antes de un año de cambios

Carlos Mateos Gil (EFE)
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El Real Madrid realiza un campeonato brillante para no marcharse de vacío a un verano en el que se esperan bastantes salidas y llegadas

Campazzo, clave una temporada más en un cuadro merengue que disfrutó de las exhibiciones del ‘MVP’ de la final. - Foto: Mariscal (EFE)

El Real Madrid selló el pasado miércoles en La Fontenta, tras ganar en el tercer partido de la final contra el Valencia Basket, su trigésimo octavo título liguero y, con ello, puso el broche ideal a una temporada de muchos cambios, que empezó con dudas y terminó con la certeza de que el trofeo de campeón es un premio más que merecido. 

El conjunto que dirige Chus Mateo ha marcado en los últimos meses de competición un ritmo imposible de seguir por nadie, encadenando 26 victorias seguidas, la tercera mejor racha triunfal en la 'era ACB', desde que cayera el 22 de diciembre contra el propio equipo 'taronja' hasta que volviera a experimentar el amargo sabor de la derrota en el tercer encuentro de la serie de semifinales contra Unicaja.

Esa plusmarca por poco queda en el debe, pero no la de victorias seguidas como local en la Liga Endesa en la historia del club. Sin que de momento se conozca el final, ya son 31 los encuentros consecutivos ganados ante su público, necesitando solo dos más para igualar una marca que tiene el Barça.

Son cifras que hablan del dominio del bando merengue, intratable en el Movistar Arena y más que solvente fuera de casa. Una realidad que por momentos fue quebradiza, cuando dos caídas en las dos primeras salidas del curso a La Coruña y a Bilbao, sumadas a la de la final de la Supercopa contra el Unicaja tras seis entorchados consecutivos, generaron desconcierto e incertidumbre.

No fue el único momento delicado para un equipo que este año ha tenido que superar más obstáculos de los habituales, con peor registro que otros en la Fase Regular de la Euroliga y que, además, vio cómo se le escapaba también la final de la Copa del Rey. Decepciones provocadas, en parte, por las lesiones y molestias físicas derivadas de un calendario atroz.

Transición

Así, Usman Garuba tardó en entrar en dinámica al principio y Gabriel Deck no ha terminado de ver la luz al final del túnel tras lesionarse la cadera en un clásico el pasado diciembre. Contratiempos en un período de transición tras la salida de veteranos como Sergio Rodríguez, Rudy Fernández y Fabien Causeur, y de referentes como Vincent Poirier y Guerschon Yabusele.

La sombra de sus marchas ha sido demasiado alargada y tras ella le ha sido difícil brillar con luz propia a algunos de los fichajes. Xavier Rathan-Mayes nunca terminó de tener protagonismo, Serge Ibaka solo en algunos momentos y Dennis Smith Jr. se fue como vino. El riesgo de pasar desapercibido lo corrieron también Andrés Feliz y Bruno Fernando, pero los dos han sabido revertir su situación.

El curso ha sido también el de la explosión de Hugo González, que emprenderá el rumbo hacia la NBA tras ser seleccionado ayer en el 'draft' por los Boston Celtics.