Alberto Parras abandona el Almagro indignado

Manuel Espadas
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El técnico vallisoletano argumenta que el club no ha cumplido durante esta semana con las condiciones pactadas

Alberto Parras ha dejado de ejercer hoy como entrenador del Almagro cuatro días después de llegar a un acuerdo con el club encajero para sustituir en el banquillo a Kiko Vilches. Una drástica decisión que caía como una bomba en el vestuario del Manuel Trujillo y que deja al equipo sin responsable de cara al derbi del domingo contra el Calvo Sotelo.

Según Alberto Parras, su inesperada dimisión se debe a que el Almagro no ha cumplido con las tres condiciones pactadas el lunes, cuando se cerraba el acuerdo entre las dos partes. Condiciones «que yo no tuve que negociar porque fueron ellos los que me las ofrecieron» y que son: plenos poderes deportivos para conceder altas y bajas en la plantilla, renovación automática de su contrato por un año más si se lograba la permanencia, y que sus honorarios vinieran reflejados en el contrato federativo. Sin embargo, el miércoles, cuando fue a firmar su contrato, «la segunda y tercera condición no aparecían». Además, el enfado de Parras también lo alimentó el hecho de que el club permitiera la salida esta semana de Mikel Prieto sin contar con él, y que la directiva le cuestionara el fichaje del malagonero Álvaro Huertas.

«Se han portado como unos sinvergüenzas, engañándome y jugando con dos familias», decía indignado el de Simancas, en referencia a la situación de Álvaro Huertas y un entrenador ayudante, que, según Parras, ya habían dejado sus trabajos para poder venir al Almagro.

LA VERSIÓN DEL CLUB. Mientras tanto, desde el Almagro CF se resta importancia a lo sucedido, aduciendo «pequeñas discrepancias» entre el club y Alberto Parras. Antonio Ruiz, su presidente, sostiene que «todo es una cuestión de dinero». «Le dijimos que como él iba a cobrar más que Kiko Vilches, debería compensarlo con el coste de los jugadores que vinieran, y no lo estaba haciendo. Después surgieron otros detalles que no nos había dicho. Somos un club humilde pero pagador, y no podemos hipotecarnos», justificaba.

La directiva del Almagro mantenía al cierre de esta edición una reunión de la que podría salir un nuevo técnico.