Dicen que una de las claves de la felicidad está en trabajar en lo que más te gusta, y en este sentido la sonrisa de Raquel Moncada lo dice. Se ocupa desde el 2010 del servicio de rehabilitación en Ciudad Real de la Federación Regional y también es la fisioterapeuta del equipo de Tercera División del Deportivo Ciudad Real, una actividad por la que siente «auténtica pasión» y cuya vocación le llegaba en su juventud después de una mala experiencia cuando una lesión de rodilla le obligó a pasar por un sinfín de consultas;desde entonces «tuve la idea de estudiar fisioterapia. Creo que desde los 14-15 años tenía claro lo que quería hacer».
Pero esta ciudadrealeña no sólo tenía claro que su vida iba a transcurrir entre las paredes de una clínica, sino también sobre el césped de un campo de fútbol. «Toda mi vida ha estado muy vinculada al deporte, y en mi casa mi padre fue árbitro, entrenador, futbolista... El fútbol me apasiona, me gusta incluso de más». Su vinculación con una entidad deportiva se producía de la mano del fisioterapeuta Marcos Reina en el desaparecido Manchego, un momento que sirvió «para engancharme y darme un empujón más. Tuve la suerte de estar con el equipo y me encantó». Pero no todo es de color de rosa, ya que Raquel reconoce que lo pasa muy mal en los partidos, siempre pendiente del estado físico de los jugadores, «ya sean los de mi equipo o los del equipo rival».
el machismo queda atrás.
Los banquillos del Talavera, Pedroñeras, CD Toledo B, Puertollano, La Gineta, y el propio CD Ciudad Real, entre otros, cuentan con una mujer ejerciendo como fisioterapeuta. Raquel Moncada considera que «puede ser la temporada en la que más mujeres haya», síntoma de que los tiempos están cambiando. De hecho, relata que «cuando estaba estudiando en Toledo estuve en una clínica en Torrijos de prácticas, y el presidente del club no me dejo hacerlas porque dijo que una chica en el vestuario desconcertaría al equipo»; pero aquella experiencia fue sólo un punto y aparte, ya que «por suerte desde que llegué a Ciudad Real he sido una más. Nunca he tenido un problema con jugadores, entrenadores o directivos, jamás. Soy una más, ellos me respetan a mí y yo a ellos. Nunca ha habido un mal gesto ni un mal comentario».
Para reforzar el hecho de que los tiempos han cambiado, Moncada aporta el dato de que «en mi promoción empezamos 60 y acabamos 45, y de ellos sólo había 7 chicos. Actualmente es un mundo de chicas, y hay muchas en clubes en todos los deportes, y cuando las cosas económicas cambien habrá más, ya sea chico o chica porque es muy importante que haya fisioterapeutas en el fútbol».
Raquel Moncada es una cara amiga cuando el jugador afronta un momento complicado. Durante su carrera «ha habido de todo, pero siempre lo más complicado de recuperar son las lesiones de cruzado y las operaciones de pubis», mientras que «los má común son roturas fibrilares, en los isquios habitualmente, que dentro de las roturas suelen ser un 80%, además de sobrecargas, fatigas...».
Resalta el tema de la prevención, fundamental para intentar reducir al máximo las lesiones en una plantilla, aunque en ocasiones «no hay personal específico para poder realizarlo», además de que «el fútbol es un deporte traumático que por mucha prevención que hagas es imposible» y de que «hay jugadores que son más propensos a tener lesiones y otros que se cuidan mucho y pueden evitar problemas musculares, la alimentación y la hidratación es muy importante».
Y para finalizar, un tirón de orejas: «El egoísmo del futbolista. A pesar de estar mal piensan que están haciendo bien al equipo, pero los primeros perjudicados son ellos mismos y por lo tanto los equipos. Persisten y sufren roturas», concluye.