La Laponia ciudadrealeña no está cubierta de nieve ni de páramos nevados. Está en la sierra de Valechoso, junto al parque de Cabañeros, y su geografía la componen extensas dehesas con ricos pastos estacionales. Navalpino es uno de los diez municipios de la provincia que tienen una densidad de población igual o incluso más baja que la de Laponia, el territorio finlandés situada en el Círculo Polar Ártico. En esa decena de municipios viven menos de dos habitantes por kilómetro cuadrado y muchos de ellos, además de tener muy pocos vecinos, tienen en común que se reparten en zonas muy concretas de la geografía provincial. En Alcudia, en el campo de Montiel y, sobre todo, en la comarca de Montes. Allí están, además de Navalpino, Anchuras, Retuerta del Bullaque, Alcoba y Navas de Estena. Cinco de los diez pueblos más despoblados de Ciudad Real. En el primero, la densidad de población apenas llega a una persona por kilómetro cuadrado. 

Según los criterios de la Unión Europea, un municipio está en riesgo alto de despoblación cuando su densidad es inferior a 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado. En Ciudad Real, teniendo en cuenta esa barrera, la alerta demográfica estaría ya activada en 53 municipios, en más de media provincia. 

El valle de Alcudia es la más afectada por este fenómeno de provincia vaciada. Esta comarca tiene la cifra más baja de densidad, menos de seis personas por kilómetro cuadrado, a la que no llegan en localidades como Abejónar, Alamillo, Almadenejos, Almodóvar del Campo, Brazatortas, Cabezarados, Cabezarrubias, Saceruela o Valdemanco.

En la provincia, los municipios con más densidad de población son los que ya de por sí tienen más vecinos. La capital, con 262 personas por kilómetro cuadrado, y Puertollano, que se queda en los 200 habitantes por kilómetro cuadrado. Tomelloso, Bolaños de Calatrava, Miguelturra, La Solana y Poblete, son los otros municipios que superan la barrera de los 100 vecinos por kilómetro cuadrado.