El Real Madrid pincha en el Villamarín

EFE
-

1
Betis
1
Real Madrid
El conjunto merengue solo consigue firmar tablas a uno ante el Real Betis, con lo que pone en peligro el liderato

El Real Madrid pincha en el Villamarín - Foto: Julio Muñoz

 El Real Madrid no pasó del empate a uno ante el Real Betis este sábado en el estadio Benito Villamarín, con lo que pone en peligro el liderato después de que el inglés Jude Bellingham firmara el 0-1 a los 53 minutos tras una buena definición ante el meta portugués Rui Silva y que, trece después, Aitor Ruibal lanzara un espectacular disparo desde fuera del área que significó el definitivo 1-1.

El conjunto madrileño volvió a fallar en la capital andaluza, después de que su visita al estadio Ramón Sánchez-Pizjuán para medirse al Sevilla también acabara con empate a un tanto, y ahora el Girona tiene la oportunidad de tomar el liderato si gana el domingo como visitante al Barcelona.

El Real Madrid pincha en el Villamarín El Real Madrid pincha en el Villamarín

El Real Madrid afrontó la defensa del liderato en esta decimosexta jornada con la ya recurrente plaga de lesiones, con hasta siete bajas al sumarse Dani Carvajal esta semana a las de Thibaut Courtois, Eder Militao, Aurélien Tchoauméni, Eduardo Camavinga, Vinícius Junior y Arda Güler.

El Real Madrid pincha en el Villamarín El Real Madrid pincha en el Villamarín - Foto: Julio MuñozPese a ello, el equipo del italiano Carlo Ancelotti había aguantado bien estas circunstancias adversas y llegó a Sevilla con cinco triunfos consecutivos, tres en LaLiga y dos en la Liga de Campeones, para mantener la racha ante un Betis que solo había cedido dos empates en las siete citas que sumaba ante su afición en este torneo.

El chileno Manuel Pellegrini, al igual que su colega en el banquillo madridista, acumulaba para esta cita siete bajas, pues la sanción que pesaba sobre Héctor Bellerín se unió a las lesiones de Claudio Bravo, Youssouf Sabaly, Nabil Fekir, Marc Bartra, William Carvalho y Guido Rodríguez, éste tras la fractura distal del peroné derecho que se produjo en el entrenamiento del pasado jueves.

Con estas premisas, y con el exmadridista Isco Alarcón como uno de los atractivos del choque después de que haya rescatado en esta etapa bética el gran fútbol que atesora, los visitantes quisieron ser desde el inicio protagonistas, pero los locales presionaron bien y alto para equilibrar el propósito del adversario.

Pese a ello, el brasileño Rodrygo Goes fue el primero que quiso mostrar que atraviesa un gran estado de forma y sus incursiones por la izquierda fueron un quebradero de cabeza para Aitor Ruibal, hasta el punto de reclamar que el bético le hizo penalti a los nueve minutos, lo que no consideró el árbitro.

Rebasado el cuarto de hora, otra jugada de Rodrygo acabó en un gol de Brahim Díaz, pero fue anulado por un fuera de juego previo del delantero brasileño, aunque para entonces el conjunto de Ancelotti sí había decantado el juego a su favor.

Fue Isco el que salió al rescate del Betis y, en el momento que tuvo contacto con el balón, dio juego a los suyos para que Ayoze Pérez hiciera trabajar al meta ucraniano Andry Lunin y que el brasileño Willian José, que cumplía este sábado un centenar de partidos como verdiblanco, rematara ajustado a un poste.

Eso animó a la formación sevillana, pero la madrileña no cejó en intentarlo hasta el descanso con la movilidad de Luka Modric, aunque también en ese tramo con menos participación de Rodrygo y un intermitente Bellingham.

La segunda parte se inició con el susto que Isco le dio a Lunin tras un buen pase de Ayoze, pero la réplica llegó muy poco después, a los ocho minutos de la reanudación. Un gran pase al hueco de Brahim no lo desaprovechó Bellingham para poner el 0-1 y confirmar que es la gran sensación de esta temporada con su facilidad para marcar.

El Betis no tuvo mas remedio que dar un paso adelante y meterle velocidad a su juego, algo que le dio resultado con un zapatazo de Aitor Ruibal desde fuera del área, un gol que llegó trece minutos después del madridista y que abrió un nuevo partido.

En la fase final del choque, los locales redoblaron su confianza en no salir de vacío del Villamarín y los visitantes no estuvieron tan fluidos para hacer daño, por lo que el marcador ya no se movió, aunque un remate de Isco en el minuto noventa acabó con el balón repelido por un poste.