El joven ganadero Guillermo López Martínez, titular del hierro de Herederos del Conde de la Corte, reconoció esta tarde la responsabilidad que siente de estar al frente de un encaste histórico, «con 103 años de historia, casi 104», al frente del cual estuvo ya su bisabuelo.

López fue el primer ponente del XXXV Ciclo de Conferencias 'Los Toros en la Cultura', organizado por el Ateneo Taurino Manchego, que ayer inició su recorrido en Ciudad Real, donde fue introducido por el crítico taurino de La Tribuna, Rafael Zaldívar.

En declaraciones a los medios de comunicación antes de acceder a la sala del Museo López Villaseñor, donde se celebró el acto, el ganadero reconoció la obligación de «trabajar y dar todo lo que tiene uno para intentar conseguir los resultados» que corresponden a esa tradición.

Una ganadería que es historia de la lidia - Foto: Rueda VillaverdeEn la dicotomía entre el gusto torista o torerista de los aficionados, López se pronunció en un término medio. «Me gusta ver tanto la ganadería como el torero», sentenció.

Por su parte, el presidente del Ateneo Taurino, Antonio Espadas, explicó que este ciclo está dedicado a título póstumo al cirujano de la plaza de toros de Ciudad Real, Rafael Ruiz, y al que fuera concejal de Cultura, Carlos López Camarena, recientemente fallecido. 

Espadas mostró su confianza en que el cartel de estas conferencias «sea del agrado de todos los aficionados». Así, resaltó la presencia esta tarde «del gran triunfador de la temporada, que para mí es Borja Jiménez», así como en los días posteriores del empresario Maximino Pérez, de la mano del matador Fernando Adrián y el cierre el viernes con la intervención Jesús Soto de Paula.

Al acto asistió el alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, quien llamó la atención sobre el hecho de que este ciclo de conferencias alcance este año la XXXV edición, y de ahí que señalara «la importancia que tiene la cultura taurina para Ciudad Real».