El niño de tres años que se cayó el domingo desde la ventana del segundo piso del domicilio de sus padres, el número 11 de la calle Hospital de la Misericordia de Ciudad Real, permanece en la UCI pediátrica del Hospital Virgen de la Luz de Toledo. «Está estable, sedado y evoluciona favorablemente», aseguró a este diario un amigo de la familia que el miércoles se desplazó hasta Toledo para acompañar a los padres e interesarse por el estado del pequeño.   Desde el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), confirmaron al cierre de esta edición que el niño sigue en la UCI, «estable».

Los padres «están algo más tranquilos», indicó el amigo de la familia, quien añadió que en la cabeza, por fortuna, no tiene heridas ni lesiones; la más importante la tiene en el pulmón, pero la evolución en general está siendo buena y lo mantienen sedado para evitar que esté «nervioso».

Caída. El pequeño se cayó en torno a las diez de la noche del pasado domingo. La madre lo había acostado en su cuarto y cuando estaba en la cocina oyó que la llamaba, salió hacia la habitación y antes de llegar escuchó un golpe contra el asfalto, se asomó por la ventana, vio un bulto en la acera y al reparar en el color azul del pijama que había puesto a su hijo para dormir salió corriendo escaleras abajo.

Poco después el niño era trasladado al Hospital General de Ciudad Real y más tarde a Toledo, donde quedó ingresado en la UCI Pediátrica del centro hospitalario Virgen de la Luz. Los padres tiene otra niña, de un año, y ambos trabajan en el Hospital de General de Ciudad Real.