Ayer concluían los Juegos Olímpicos de Londres 2012, una cita que ya es historia para el deporte ciudadrealeño gracias a la medalla de bronce de la bolañega Macarena Aguilar. El primer metal para una deportista provincial después de la actuación del alcazareño Antonio Díaz-Miguel en Los Angeles 84 con la plata conseguida como entrenador de la selección española de baloncesto, o el oro del exjugador de fútbol Santiago Cañizares en Barcelona 92, portero muy ligado a Puertollano donde pasó su infancia.
Tras la participación de la selección española femenina en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 y Atenas 2004, a esta generación le faltaba saber lo que se siente al participar en un torneo de este tipo tras no haber podido clasificarse para Pekín 2008.
Antes de viajar a Londres, la bolañega mantenía como objetivo llegar a los cuartos de final. Poder participar en un evento de esta envergadura ya era un premio, y para ello habían trabajado las chicas de Jorge Dueñas durante estos últimos cuatro años. De hecho, el bronce conseguido el pasado sábado tras ganar a Corea del Sur (31-29) significaba un perfecto final para el ciclo olímpico para las ‘guerreras olímpicas’ tras la medalla de plata en el Europeo de Macedonia 2008, la cuarta plaza en China 2009, y el tercer puesto en el Mundial de Brasil 2011.
Y Macarena ha aprovechado al máximo esta experiencia. El camino hasta llegar al bronce no ha sido fácil; encuadrada en el Grupo B, las de Jorge Dueñas perdieron en su primer partido frente a Corea del Sur (27-31) y empataban amargamente con Francia (18-18), pero se reponían venciendo a Dinamarca (24-21), Suecia (25-24) y a la campeona olímpica Noruega (20-25). Luego llegarían los cuartos de final, donde España se imponía a Croacia por 25-22 y empezaba a soñar con subirse al podio. Amarga fue la semifinal ante Montenegro, que se perdió por 26-27, donde los nervios y la presión acudieron a la pista. Pero en la agónica lucha por el bronce, las ‘guerreras’ se vengaron de Corea del Sur (29-31) en un choque en el que fueron necesarias dos prórrogas y una gran dosis de concentración.
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