¿Salvados?

Manuel Espadas
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Dos goles del delantero albaceteño y el gran partido del capitán Jesute otorgan al Club Deportivo Ciudad Real el triunfo ante un motivado Toledo B y deja casi sentenciada su permanencia en la categoría

Parra y Jesute, el primero marcando los dos goles y el segundo provocándolos, se bastaron ante el Toledo B para darle una victoria al CDCiudad Real (2-0) vital en sus aspiraciones de mantener la categoría; un triunfo trabajado pero justo que permite a los de la capital sumar tres puntos de oro y afrontar la dos últimas jornadas del campeonato con relativa tranquilidad, en las que visitará el campo del líder, el Conquense, y terminará recibiendo al Marchamalo.

El partido comenzaba con un plante simbólico de los jugadores toledanos, que formaron durante unos segundos mirando hacia la tribuna como gesto de protesta por las acusaciones de las que han sido objeto por el segundo gol encajado la pasada jornada contra el Marchamalo y que ha levantado sospechas por un posible pacto entre ambos conjuntos. Defendido el honor en la foto, los filiales también querían hacerlo sobre el césped, donde no dejaron ningún tipo de dudas respecto a su entrega y sacrificio; ayer no dieron pie a ello.

De hecho, en una primera parte un tanto anodina, fueron los de verde los que merecieron adelantarse en el marcador, en una acción clara de Gabri que desbarataba no sin fortuna el meta Sergio. Además, Adri y Saiz también rondaron el gol. Sin embargo, fue una acción de veteranía la que desnivelaba la balanza para los locales en este primer acto, cuando Jesute protegía el balón con el cuerpo dentro del área y sufría una carga por detrás de Gonzalo, que caía en la ‘trampa’. El árbitro no lo dudaba y señalaba una pena máxima que convertía Parra en el 1-0 (min. 28).

El tanto dio tranquilidad al ‘Depor’ y espoleó a un Toledo B que lo seguía intentando con velocidad y frescura, pero sin acierto. La primera mitad expiraba con la única preocupación para los ciudadrealeños de ver a dos de sus hombres más ‘intensos’ en el campo advertidos con tarjeta amarilla, Fernando y Ramos.

Pero la incertidumbre deportivista quedaba disipada con el segundo tanto de la tarde, con los mismos protagonistas que el primero. Apenas habían transcurrido cuatro minutos cuando Jesute, que se acababa de recuperar de un golpe en el pie, volvía a sacar petróleo de un balón largo, bajándolo con el pecho, ganando la línea de fondo y asistiendo atrás con un sutil toque para que Parra enviara la pelota dentro de la portería. Era el 2-0 y  golpe definitivo para un Toledo B al que le entraron las dudas atrás, donde ya dejaba muchos huecos, y fue bajando los brazos poco a poco.

Los minutos fueron pasando, pero casi siempre con el balón parado. Entre faltas, protestas, lesiones (el local Iván Bravo y el visitante Acuña se marchaban del campo cojeando) y los cambios, el fútbol apenas pudo asomar la cabeza, condenando a los presentes a una última media hora con muy pocas cosas que destacar.

Al final, todos contentos: el CD Ciudad Real con la permanencia casi en el bolsillo y el Toledo B con su imagen lavada e impoluta, pese a la derrota.