En qué situación se encuentra actualmente el sector de las librerías y papelería?
La situación es preocupante, son muchos los inconvenientes que tenemos y estamos tratando de solventar esta situación tan difícil. Los libros de texto, que es una de las principales fuentes de ingresos de las papelerías y librerías, están bastante masificados, son muchos los intereses y no solamente se venden en las librerías, desgraciadamente, que son los sitios en los que se deberían vender y cuentan con los profesionales que durante muchos años hemos estado dando este servicio.
Hace referencia al problema de la competencia desleal que han denunciado desde el sector, ¿quienes la ejercen?
Actualmente, el libro de texto se está distribuyendo a través de otros canales que no son las librerías, principalmente a través de colegios concertados, asociaciones de padres y también tenemos el problema de las grandes superficies, que utilizan el libro de texto como atractivo comercial para captar clientes y se aprovechan de que cuentan con una gran superficie y venden, además de libros, otros muchos más productos. Nosotros no vendemos más que bolígrafos, cosas de papelería, libros... Nosotros no podemos regalar el libro como optan ellos, por lo que ese es un inconveniente bastante serio para nosotros. Aparte de que el libro se ‘trabaja’ con un margen comercial muy bajo y, muchas veces, los libreros nos preguntamos si ganamos dinero de verdad, es un servicio que queremos dar y que nos permite atraer clientes para la venta de material escolar, papelería, mochilas, carpetas y todos los productos que tenemos.
¿Cómo cree que se pueden solucionar esos problemas?
Cuando hay tantos problemas, lo primero que hay que hacer es mejorar cada día y trabajar, no queda otra. Nosotros queremos trabajar, queremos dedicarnos a lo que siempre hemos hecho y a lo que sabemos hacer, pero nos estamos encontrando muchísimos inconvenientes y no recibimos ayuda por ningún sitio. Llevamos ya un tiempo haciéndole ver a la Administración los problemas que le atañen a nuestro sector, pero no nos escuchan. Estamos dispuestos a negociar, a sentarnos, a dialogar, a mostrarles nuestro parecer y, de hecho, lo hemos intentado, pero no recibimos respuestas. Siempre que hemos tenido una reunión, en este caso con la Consejería de Educación, hemos mostrado nuestro interés por hablar, por llegar a acuerdos, por intentar estar presentes dentro de la venta y distribución de nuestros materiales. Ellos, y me refiero a la clase política, siempre intentan decir que se van a preocupar por el pequeño comercio, que van a tratar de apoyarlo. No queremos ayudas de ningún tipo, sino que nos permitan desarrollar nuestro negocio de la mejor manera posible, sin encontrarnos con todo este tipo de cosas que consideramos que son desleales.
¿Qué otros problemas tienen?
En el sector de suministros de papelería, de material de oficina, han centralizado todas las compras para licitarlo y sacarlo a concurso, con lo que obligan a cumplir unas condiciones y a presentar unos avales muy altos que nosotros, las pequeñas empresas de suministros, no pudimos cumplir para presentarnos. De esta forma, se ha tenido que ir el suministro fuera de la región y me refiero al suministro de material a todos los servicios periféricos de la Junta, como es el caso del Sescam, de igual modo que los colegios e institutos, que son otro potencial cliente nuestro, cada vez reciben menos partidas presupuestarias para comprar.
¿Compran menos también las empresas?
Ahora mismo nosotros tenemos poco margen de maniobra. Las empresas, debido a la crisis en la que estamos, cada vez intentan evitar más gastos y el consumo de material de oficina en estos últimos años ha disminuido considerablemente y a esto le sumamos que en la venta de libros de texto tenemos los problemas de los que he hablado antes... Nos preguntamos cómo es posible que un colegio, llámese concertado, que su función es tratar de formar a los alumnos, intente sacar beneficio vendiendo libros de texto y haciendo competencia a las librerías en este caso, de una manera ‘desleal’, entre comillas.
¿Por qué dice que es ‘desleal’?
Lo primero es que no cumplen todos los requisitos que a nosotros nos exigen cuando vamos a montar una empresa. Ese tipo de normas no se les aplica a los colegios. Además, no tienen personal cualificado para ello, tiene que encargarse un profesor cuya función es la de formar, y están comercializando productos sin tener los consiguientes permisos ni la apertura al público. ¿Qué hacen?, pues se aprovechan de que tienen unos potenciales clientes dentro del centro que en muchos casos les exigen querer comprar los libros allí.
¿Cómo les afectó durante el curso pasado la venta de libros de texto en los colegios?
En unas otras cosas y otras, con caídas de ventas bastante importantes. Estamos hablando de entre un 30 y un 40 por ciento en cuanto a la venta de libros de texto. De igual modo, en los colegios públicos, pagados por los contribuyentes, algunas asociaciones de padres, que son encima entidades que están exentas de pagar impuestos, resulta que están comprando libros y vendiéndolos y distribuyéndolos a través de los alumnos. Con este tipo de cosas nos cargamos la red de comercios de Castilla-La Mancha, indudablemente, porque nosotros sí estamos pagando los impuestos y estamos tratando de hacer las cosas de una manera controlada.
¿Cree que se debería canalizar la venta de libros de texto a través de las librerías y papelerías?
Mi opinión es que sí, para eso somos profesionales en esto. Otra cosa que también nos afecta es el tema de las editoriales, que después de estar trabajando con ellas durante tanto tiempo, de hacerles las campañas de Navidad, de comunión, de verano, ahora resulta que se van a los colegios, les venden directamente los libros con descuentos superiores, del doble del que nos hacen a nosotros y encima les permiten la devolución libre a los colegios, mientras que a nosotros nos daban un 10% de devolución. Estamos tratando de luchar contra eso, tomando medidas contra ciertas editoriales, como SM, como Edelvives, que son editoriales que masifican la venta en centros escolares. Estamos tratando de hacerle ver a la Junta de Comunidades que queremos impedir la venta de libros en colegios y nos tienen que ayudar. (Más información en la edición impresa)