Un joven de 23 años se encuentra en prisión desde el pasado jueves acusado de atacar a un hombre de 45 y abrirle la cabeza con «una espada o algo similar» en la calle y a plena luz del día. Sucedió en Tomelloso y, según se desprende de la investigación, la elección de su objetivo no fue casual: son rumanos, compartieron piso cuando ambos residían en ese municipio y el origen de la disputa podría estar relacionado con la esposa del agresor, que también vivía con ellos bajo el mismo techo hasta que el agredido se mudó a Ciudad Real capital. El detenido asegura que es inocente, mientras que su presunta víctima salió del hospital el jueves aunque, lógicamente, todavía con signos evidentes de la brutal agresión.

Los hechos tuvieron lugar durante la mañana del pasado martes. Según informaron fuentes de la Guardia Civil a La Tribuna, el agredido circulaba con su bici por la calle Oriente de Tomelloso cuando se cruzó con I. D., quien iba en coche y se bajó de éste armado con «una espada, una katana o algo de hierro o similar, no está claro», matizaron desde el Instituto Armado. Los agentes tomaron declaración a varios testigos de la agresión, pero ninguno aclaró de qué objeto se trataba y, además, en el registro de su domicilio tampoco se ha hallado.En cualquier caso, con un arma o con algún otro objeto contundente asaltó a su víctima por sorpresa y le golpeó con fuerza en la cabeza, causándole «una herida de grandes dimensiones». Una patrulla de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil se presentó en el lugar y también una ambulancia que trasladó al herido hasta el hospital de Tomelloso, donde se le practicaron diversas pruebas radiológicas antes de decidir su traslado en helicóptero hasta el General Universitario de Ciudad Real,«dada la gravedad de la herida». Allí ha permanecido dos días, hasta que el pasado jueves recibió el alta hospitalaria, aunque obviamente la herida tardará mucho más en curarse. Aun así, ayer todavía tuvo el ánimo de ir a recoger su bici al cuartel. El equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Tomelloso asumió la investigación del salvaje ataque y, solo unas horas después, identificó al presunto responsable y lo localizó en su propio domicilio. Negó ser el autor de semejante agresión, pero fue detenido durante la tarde del mismo martes sin que opusiera resistencia pese a que los agentes tampoco hallaron el arma u objeto utilizado. Y ya el jueves pasó a disposición del juzgado de Tomelloso que se encontraba de guardia aquel día, el de Primera Instancia e Instrucción número 1.

I. D. insistió en no reconocer los hechos en su declaración ante el juez, pero no por ello eludió una orden de prisión provisional comunicada y sin fianza con la imputación de un presunto delito de lesiones. Ahora el caso está ya en manos del juzgado número 3, cuyo titular será el encargado de continuar la instrucción hasta el día del juicio.