Es una forma de salvar el centro, de darle una continuidad, a pesar de que no hay niños. Esta es la explicación más sencilla que realiza la profesora Laura García para resumir los motivos por los que el CEIP Santa Quiteria, en Los Pozuelos de Calatrava, un pequeño pueblo de menos de 400 habitantes, desaparecerá el próximo curso, aunque sólo de nombre, ya que formará parte del colegio rural agrupado (CRA) número 11 de la provincia. Se trata de un cambio de nomenclatura, una transformación que hará que Abenójar se quede como cabecera de un colegio que tendrá aulas o secciones en Los Pozuelos de Calatrava, Cabezarados y Saceruela, es decir, un único colegio con aulas en cuatro municipios. «Es un mismo equipo directivo el que organiza todo, porque se considera que es un mismo colegio, pero con edificios en distintas poblaciones», apunta.
«Convertirnos en CRA es la única forma de que se mantengan con vida los colegios de las zonas rurales, porque no hay nacimientos, la ratio ha disminuido muchísimo y si se nota mucho en las capitales, en los pueblos se nota muchísimo más», explica la profesora. Esta semana, el colegio celebró con los 12 estudiantes que quedan la fiesta de despedida de curso más especial, por lo que significa al perder el nombre del centro. Un teatro ha recordado su historia desde los años 50, en que se fundó, hasta los 90, cuando las aulas estaban llenas.
Así, repleto, lo recuerda Mari Carmen Morales, madre de uno de los niños del centro y antigua alumna. «Parece que se pierde la tradición del pueblo» al desaparecer el nombre, explica, pero recuerda que, al menos, «se mantiene el colegio» mientras queden estudiantes.
Transformarse para seguir abierto - Foto: Rueda Villaverde«Va a repercutir bastante en el pueblo», afirma la alcaldesa de Los Pozuelos, Laura Fernández, que señala que el problema es la despoblación. «La gente joven se va a la capital o a ciudades más grandes», pero, al menos, remarca la regidora, «el centro se mantiene con los niños que hay y se da la misma atención que hay ahora en el colegio».
Desde el centro explican que ya venían funcionando casi como centro agrupado, compartiendo ciertos gastos para realizar excursiones con los colegios de Abenójar, Saceruela y Cabezarados. El próximo curso serán ya 'socios' de pleno derecho. «Nosotros tendremos que estar en permanente coordinación», indicaron, pero la unificación hará que administrativamente sea más sencillo este tipo de iniciativas. Como ejemplo, García indica que fueron a visitar Puy de Fou con los estudiantes de Cabezarados «porque nos coincidía a ambos con el tema de la Historia de España», y ahora, con la unificación, podrán hacer estas visitas marcadas por todos.
La despoblación está detrás de una medida como esta. Ahora mismo, el colegio sólo cuenta con dos aulas: una que va de tres años a tercero de Primaria, y una segunda para cuarto, quinto y sexto. Las dos clases se unieron para despedir las clases en un teatro y con bailes, en un curso que ha estado marcado por una actividad sobre Harry Potter y que llenó de magia el centro. Luego, una comida sirvió para mostrar que «el colegio no desaparece, se transforma».
Transformarse para seguir abierto - Foto: Rueda VillaverdeMás novedades. El nuevo centro rural de Abenójar será una de las dos novedades que se implantarán el próximo curso 2025-2026. La otra, explica el delegado provincial de Educación, José Caro, es que el CRA Río San Marcos, constituido por las localidades de Arroba de los Montes y Fontanarejo, se ampliará con el colegio de Alcoba de los Montes, que ejercerá de cabecera. El representante del Gobierno de Castilla-La Mancha explica a La Tribuna que este modelo organizativo, los CRA, se plantea en las zonas rurales «cuando existen problemas de despoblación que dificultan a profesores y alumnos el acceso a los recursos educativos». «El objetivo es ofrecer una educación de calidad e igualitaria en base al principio de que todos juntos somos más», apostilla.Caro hace hincapié en que los centros rurales agrupados se forman en entornos con localidades similares y cercanas, donde los colegios ya suelen compartir profesorado itinerante y «se fortalecen al agruparse». Cita, entre las ventajas que ofrecen, la mejora de la capacidad de relación de los escolares con compañeros de su misma edad; la posibilidad de participar en programas y proyectos institucionales a los que antes no podían acceder por separado debido a su tamaño; el intercambio de experiencias entre las comunidades educativas de las localidades, «con lo que se hace comarca»; la mejora del trabajo de equipo y de coordinación del profesorado; y la opción de acceder a más recursos humanos y materiales.
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Transformarse para seguir abierto - Foto: Rueda Villaverde
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El delegado destaca la apuesta del Gobierno regional por este modelo organizativo y pone como ejemplo la aldea de San Benito, cuya sección, dentro del CRA Entre Jara, seguirá abierta el próximo curso, pese a contar sólo con tres alumnos. Los 10 centros rurales que han estado operativos este año agrupan a 27 localidades y dan servicio a más de 700 escolares.