Tarde negra en Las Ventas

AGENCIAS
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David Mora, Antonio Nazaré y Jiménez Fortes resultan heridos en Madrid y el presidente se ve obligado a suspender el festejo, una circunstancia que no ocurría desde mayo de 1979

DUODÉCIMO FESTEJO DE LA FERIA DE SAN ISIDRO - Foto: Kiko Huesca

Las tragedia sobrevoló ayer la plaza de toros de Las Ventas de Madrid casi desde que se abrió la puerta de chiqueros minutos después de las siete de la tarde. Allí, a escasos metros del portón de los sustos, David Mora esperó a Deslío, el toro de El Ventorrillo que iba a inaugurar la duodécima corrida de la Feria de San Isidro. A porta gayola, el diestro madrileño no consiguió dar la larga cambiada habitual y el astado se lo llevó por delante en una espeluznante voltereta que hizo enmudecer al tendido. Por desgracia, no sería la última vez que el corazón de los aficionados presentes en el coso se encogería en un festejo que acabó apenas una hora después con Antonio Nazaré y Saúl Jiménez Fortes también en la enfermería.

Histórica decisión del presidente que decidió aguantar unos minutos para conocer la opinión de los médicos antes de suspender la corrida debido a los percances de los tres matadores. La última vez que ocurrió algo similar en la primera plaza del mundo fue el 28 de mayo de 1979 cuando Paco Alcalde, Ortega Cano y Niño de Aranjuez resultaron heridos antes del último tercio del cuarto de la tarde. Curiosamente, el día anterior se había producido el mismo hecho: Rafael de Paula, Manolo Cortés y Ruiz Miguel no pudieron finalizar la lidia de los toros que les tocaron en suerte al encontrarse en la enfemería después de sendos percances. Dos suspensiones en dos días.

DUODÉCIMO FESTEJO DE LA FERIA DE SAN ISIDRODUODÉCIMO FESTEJO DE LA FERIA DE SAN ISIDRO - Foto: Kiko Huesca Volviendo al festejo de ayer, tras el susto monumental de David Mora, que llegó a tener el pitón del toro en el pecho y que abandonó la plaza hacia la enfermería sangrando abundantemente del muslo, el sevillano Antonio Nazaré se hizo cargo del astado en una faena sin historia, pues la gente seguía conmovida por la cornada anterior. Las noticias que iba llegando, y que luego se confirmaron, hablaban de dos heridas por asta de toro, una en el muslo de 30 centímetros que llegó a arrancar parte de la femoral y otra de 10 en la axila que alcanzó el húmero. Un milagro, que no iba a ser el único de la tarde.

El segundo de Los Chospes avisó a Jiménez Fortes casi de salida, cuando le malagueño lo acunaba por verónicas. Voltereta y susto, otro más. Sin embargo, Nazaré quiso demostrar que la Fiesta es ambición y se lanzó al quite con el capote, sin importarle el aviso del burel o el viento. Pero el cinqueño se lo echó a los lomos. El sevillano se fue para la enfermería cojeando de manera evidente. No llevaba sangre, pero sí una lesión de ligamentos que le iba a impedir volver al ruedo.

Solo quedaba Fortes que, además, reaparecía tras la cornada recibida en Madrid el pasado domingo de Resurreción. Pero el malagueño no es un diestro de guardarse nada, como evidencia el rosario de cogidas que sufrió la pasada temporada.

DUODÉCIMO FESTEJO DE LA FERIA DE SAN ISIDRODUODÉCIMO FESTEJO DE LA FERIA DE SAN ISIDRO - Foto: Kiko Huesca Así, cuando iniciaba la faena de muleta, el diestro perdió pie y el astado acometió contra él, hiriéndole en el muslo derecho. A pesar de que la sangre evidenciaba que iba cogido, el malagueño siguió la faena «sin mirarse», como dicen los taurinos. Se cuadró para matar y se tiró arriba, pero el toro, a cambio de la estocada, se cobró otra voltereta. Entre la emocionada ovación del público, Fortes entró a la enfermería: llevaba dos cornadas, una de 20 centímetros y otra de 10 en el muslo derecho.

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DUODÉCIMO FESTEJO DE LA FERIA DE SAN ISIDRO - Foto: Kiko Huesca
DUODÉCIMO FESTEJO DE LA FERIA DE SAN ISIDRO.
DUODÉCIMO FESTEJO DE LA FERIA DE SAN ISIDRO. - Foto: Kiko Huesca

Con los tres toreros en la enfermería, y el doctor Máximo García Padrós trabajando a destajo acabó una extraña e histórica tarde negra en Las Ventas.