Bodegas Fernando Castro, con sede en Santa Cruz de Mudela, es una de las bodegas familiares más antiguas de Castilla-La Mancha y un referente en la comercialización de vinos. Cuenta con numerosas medallas de oro nacionales e internacionales y una producción anual que ronda los 40 millones de botellas y que posiciona en más de 80 países. Asiste una edición más a la Feria Nacional del Vino (Fenavin) con «buenas expectativas de negocio» de la mano de nuevos formatos y sabores.
Fernando Castro, gerente de la bodega, recuerda que fueron pioneros en España en introducir el formato Bag-in-Box y ahora se presentan en Fenavin con los formatos pouch y frugal: «Estamos rodeados por bodegas muy grandes y si no buscamos otros caminos, nos comen». El formato pouch es un sistema de envasado formado por una bolsa flexible y un grifo dispensador, y destaca por su comodidad y eficiencia en el transporte y almacenaje gracias a su flexibilidad, su resistencia y su ligereza.
Por su parte, el formato frugal es una nueva botella fabricada en cartón reciclado que se puede personalizar en todo su contorno e introducir en la nevera sin problema. Es cien por cien reciclable y su huella de carbono es muy reducida en comparación con la de las botellas de cristal, lo que le hace muy atractivo para mercados como el escandinavo, donde existe una gran concienciación ecológica. «Es, además, una salida a los problemas de abastecimiento que estamos teniendo con el vidrio», apunta Castro.
El gerente de la bodega santacruceña considera que Fenavin es la feria internacional más competitiva junto a ProWein (Alemania), un escenario ideal para presentar también sus nuevos sabores: orange wine (vino de naranja) y blanc de noirs, un vino blanco elaborado con uvas de variedades tintas. No faltarán tampoco 'Raíces', de la Denominación de Origen Valdepeñas, y 'Viña Lastra', un vino de la tierra elaborado con distintas variedades de uva como sauvignon blanc, verdejo o syrah.
Principales mercados. Con estos ingredientes, Bodegas Fernando Castro busca consolidar sus exportaciones (el negocio nacional apenas representa el 6% del total) y abrir nuevos mercados. Japón, Rusia, Alemania, Francia y República Checa son los destinos preferentes de sus vinos. Destaca también su presencia en el mercado iberoamericano, con los países del Caribe jugando un papel protagonista, y en China. La economía del gigante asiático está despertando poco a poco después de los estragos de la pandemia, aunque Castro considera que será difícil llegar a los niveles prepandémicos. Y no pierde tampoco de vista el canal de los supermercados con la elaboración de marcas blancas de forma específica para ellos: «Se está desarrollando mucho en tiempos de crisis, porque son también vinos de calidad a un precio más económico».
Subrayar, por último, las obras de ampliación que está acometiendo en su bodega principal (cuenta actualmente con tres puntos de producción en Santa Cruz de Mudela), junto a la autovía A-4. Pasará de una superficie de 20.000 a 60.000 metros cuadrados, gracias a una inversión superior a los ocho millones de euros, que lleva también aparejada la compra de maquinaria de última generación.
Bodegas Fernando Castro es una empresa familiar cuya historia se remonta a 1850, cuando en su propiedad de Santa Cruz de Mudela la familia comenzó a elaborar vinos blancos y tintos procedentes de uvas de cultivo propio, que ya entonces se elaboraban y criaban siguiendo los tradicionales métodos artesanales propios de la zona. En la actualidad cuenta con una superficie de cultivo de 380 hectáreas de viñedo de las variedades tempranillo, airén, syrah, chardonnay, merlot, y cabernet sauvignon enclavadas en la Finca Los Altos, supervisadas personalmente por la familia Castro y que son base y materia prima de los vinos que elaboran.