«Me gusta bascular de género en género y disfrutar de todos»

D. A. F.
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El actor ciudadrealeño está en la antesala de los Goya con dos películas, 'El hombre del saco' y 'El fantástico caso del gólem'

«Me gusta bascular de género en género y disfrutar de todos» - Foto: Alberto Morago

El actor ciudadrealeño Javier Botet es uno de los rostros más habituales (las más de las veces con mucho maquillaje) del cine del terror; lo que le ha llevado a tener también su sitio en las grandes producciones internacionales. A pesar de ello, no ha dejado de estar presente en el cine español. La mejor prueba es que si se busca en la lista de candidatos a la nominación para los próximos premios Goya, su nombre aparece dos veces entre los preseleccionados en la categoría de mejor actor de reparto, por un lado, con El hombre del saco, la primera película que aborda este mito netamente español; y por otro con El fantástico caso del gólem, que a pesar de su título es, sobre todo, una comedia.

¿Cómo valora estar en la antesala de los Goya?

Ahora mismo hay muchas candidaturas. Es una cosa muy sui generis, porque cada productora propone a quienes considera que tienen una opción y eso queda ahí. Ya he estado alguna vez como candidato.

Las dos películas recurren en su título a mitos del terror, pero cada una lo aborda de forma muy diferente, ¿cómo es este gólem?

El fantástico caso del gólem no es una película de terror, pero sí tiene elementos que recurren a una figura de barro y se refiere a una relación de pareja muy peculiar. La verdad es que la película la hicimos con muchísimo cariño; el tiempo de rodaje fue muy divertido, muy intenso, disfrutamos mucho con esos personajes tan atípicos. En el terror, al que puedo estar más acostumbrado, las criaturas te suelen dar menos oportunidades. 

¿Cómo entra un personaje fantástico en una comedia?

El personaje es un hombre que con una empresa familiar fabrica 'amigos de compañía', que de alguna manera se relaciona con el mito del hombre de barro, el gólem. Además de eso, no tiene nada que ver con el mito terrorífico, es otra cosa. La película es cómica, una comedia en la que los directores han montado una historia fantástica. Hay personajes muy estrambóticos, muy graciosos, que se relacionan con esos hombres de barro.

Casi todas sus películas son de terror, ¿cómo se ha sentido en una comedia?

A mí la comedia también me atrae. En realidad, me gusta transitar por todos los géneros, bascular de género en género y disfrutar de todos ellos. Es verdad que mis personajes son un tanto inesperados, pero disfruto de la posibilidad de hacer cine, de haberme hecho un nombre y de haber conseguido todo lo que he conseguido. Por otro lado, me parece bien que la gente me vea identificado principalmente con ese perfil de películas de miedo. Al final, es muy llamativo estar en esas grandes películas norteamericanas y la gran mayoría son de terror. Puede que me conozcan más por ese género, pero primero soy actor y estoy muy agradecido de la suerte que tengo.

La segunda película por la que figura como candidato recurre a un miedo clásico en España, El hombre del saco.  ¿Cómo fue lo de llevar esa figura a la pantalla?

Es uno de nuestros mitos castizos que nadie se había planteado nunca y de ahí se podía sacar mucha trama y enlazarlo con historias reales. A todos los niños les ha asustado con esas historias. Está asentado entre las experiencias de todos, pero nunca se había planteado llevarlo al cine. El director, Ángel Gómez, lo reinventa y le da una forma más fantástica de la que normalmente conocemos la historia. El resultado es mucho más especial cuando es un personaje de nuestra mitología el encargado de darle vida a la trama. Desde luego, merece la pena verlo porque es un trabajo fantástico. Para mí, la historia también es divertida porque mezcla otros mitos en momentos terroríficos. Me parece que es una coctelera bastante divertida.

¿Cambia algo el rodaje de una película de terror cuando se trabaja con niños?

Es diferente. Por edad, por estudios, por vida... hay niños que están por encima de todo, con los que puedes jugar más; y otros que son más sensibles, con los que tienes que tener un pelín más de cuidado, sobre todo, al empezar el proceso; a veces antes de entrar hay que avisarles. Procuras enseñarles el proceso de maquillaje de la criatura y esas cosas.