El pasado 17 de abril abrió la Unidad de Ictus del Hospital General, uno de los espacios más demandados por sanitarios, pacientes y familiares. Para hacer una idea de su importancia, en seis meses ha atendido a  228 pacientes, que han pasado por una sala que supone dar «un paso de gigante» en la atención de esta dolencia, al reducir «en un porcentaje bastante importante» su mortalidad y secuelas. El ictus es una de las causas que provoca el daño cerebral adquirido, cuyo día se celebra este 26 de octubre y que es una de las principales causas de mortalidad en hombres y en mujeres. 

«Esta unidad empezó a gestarse hace un par de años viendo la necesidad que teníamos de pacientes con esta patología», señaló la enfermera Supervisora de Hospitalización de Neurología, Pilar Usero. En ese tiempo se formaron, con cursos y simulación, los profesionales sanitarios que trabajan en la unidad, donde hay un equipo continuo de neurólogo, enfermera y técnico de cuidados. 

«El paciente es valorado en urgencias por los neurólogos» y se realiza un TAC con la intención de ver «qué grado de afectación» tiene, para iniciar el tratamiento. A partir de ahí, se sube a la unidad donde se monitoriza, haciendo una valoración cada hora o cada dos horas de su estado. En esas primeras horas pueden producirse nuevas lesiones, por lo que la lectura de sus parámetros es vital y ayudan a hacer una valoración del riesgo. Cuando se estabilizan, finalmente, pasan a planta. 

La Unidad del Ictus es «un paso de gigante» para Ciudad Real - Foto: Rueda VillaverdeEl primer paciente en pasar por esta unidad, en abril, fue un ciudadano que estaba de vacaciones. «Le vimos mejorar rápidamente», señaló Usero, recordando que llevan mucho tiempo trabajando con pacientes que han sufrido un ictus, pero aquel, fue especial, porque la unidad permitió una vigilancia estricta y un tratamiento precoz. «Vimos que esas terapias y cuidados contribuían a que la mejoría fuera más rápida».

Usero señaló que «los pacientes han transmitido que se sienten seguros y muy bien cuidados» en la unidad. Hay que tener en cuenta que también arranca en la propia unidad la rehabilitación, en caso de que haya habido algún tipo de lesión, siempre que el estado del paciente lo permita. 

Esta rápida atención es una reivindicación de los familiares, que conforman con la unidad una zona completa de atención al ictus y al daño cerebral. De hecho, frente a la unidad, la Asociación de Daño Cerebral (Adace) tiene un espacio cedido por la Gerencia donde sus técnicos pueden hablar con los familiares, sobre los pasos a seguir a partir de ese momento. Se trata de un servicio que Adace viene reclamando, se instale en todos los hospitales de la región y que,de momento, está abierto en la capital y Puertollano. 

La Unidad del Ictus es «un paso de gigante» para Ciudad Real - Foto: Rueda Villaverde«El programa nace porque cuando las personas tienen un ictus, las familias se encuentran desorientadas y desinformadas», tanto por los siguientes pasos a seguir como por las secuelas que puedan tener, indicó Carmen Sánchez de Adace. Las secuelas pueden ser un terremoto familiar, que provoquen cambios laborales o de roles en la dinámica. Además, hasta que el paciente se recupere y salga de la unidad «no se sabe cómo va a salir», qué secuelas tendrá, lo que aumenta la incertidumbre. 

Por este motivo, Adace ofrece en su recurso «información sobre daño cerebral, posibles secuelas o recursos». «Aquí en el hospital están muy bien atendidos, pero una vez que salen, como que se rompe la continuidad asistencial» y, de hecho, el mayor miedo de los familiares «es el alta», indicó Sánchez. 

Carmen Sánchez recordó la importancia que tiene una unidad como la del Hospital General al señalar que al inicio de su trabajo, la mayoría de casos que llegaban a Adace eran de daño cerebral tras accidentes de tráfico. «Poco a poco ha ido cambiando el perfil y ahora el principal causante del daño cerebral son los ictus».

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