Aunque los juzgados resolvieron más asuntos y ejecutaron más sentencias que hace un año, la montaña de casos pendientes en la justicia ciudadraeleño creció y ronda ya los 37.000, casi mil por órgano judicial, según la estadística que elabora el propio Consejo General del Poder Judicial, que habla de una administración de justicia cada vez más atascada en la provincia, como nunca, y donde no se da abasto con todo lo que hay que hacer.

En un año que arrancó marcado por los conflictos laborales que protagonizaron primero los letrados judiciales, continuaron luego los funcionarios y amagaron con iniciar los propios jueces, los juzgados de la provincia acumulan una cifra de 36.970 asuntos 'en trámite' al finalizar el segundo trimestre del año. Son 3.000 más de los que había en marzo y 10.000 más de lo que el CGPJ contabilizaba en el año 2018. Nunca hubo tantos. Ni con el parón del coronavirus se llegaron a acumular tantos casos pendientes en Ciudad Real, donde las tasas que toman la temperatura a la salud de la Justicia empeoran, en especial, la de pendencia. Esa tasa indica el tiempo que se tardaría en poner a cero el contador de asuntos pendientes al ritmo actual de resolución y sin que entrara ni un solo caso más. A fecha de junio, se tardarían más de 37 meses. Más de tres años. Solo en el primer trimestre de 2020, con los juzgados y el resto de la sociedad cerradas por el COVID-19 esa tasa estuvo peor en Ciudad Real. Entonces se rozaron los 50 meses de pendencia, cuatro años. La reactivación de la Justicia logró rebajar esas cifras que ahora vuelven a subir y que tienen un agujero negro en Ciudad Real y su partido judicial. Aquí se concentran uno de cada tres de esos casos que esperan a la Justicia. 

Los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción de la capital suman más de 8.300 asuntos en trámite, unos 1.200 por órgano judicial. Esa dilación de los procedimientos, especialmente los penales, «sigue siendo el mayor problema que tiene la Administración de la justicia penal», dijo la pasada semana el fiscal jefe de Ciudad Real, Luis Huete, quien señaló que la Fiscalía está en el «buen camino», ya que logró reducir la pendencia de sus escritos un 20% en 2022, impulsada, sobre todo, por un aumento de las diligencias urgentes, aquellas que en 15 días deben estar resueltas.

más plantillas. Para solucionar esta situación, Huete planteó dos aspectos. El primero, está claro: «incrementar las plantillas». «La Fiscalía de Ciudad Real atiende a toda la provincia y esta provincia es muy compleja», indicó, recordando que hay 25 juzgados de instrucción, con 10 sedes judiciales, por lo que pidió más personal para la Fiscalía, tanto en la sede de Manzanares como en Ciudad Real.

El segundo aspecto es «el incremento de los órganos jurisdiccionales». En concreto, Huete hizo suya una vieja reivindicación como es la de crear un juzgado específico de violencia contra la mujer en Ciudad Real, porque estos delitos sobrecargan de trabajo a los juzgados y podrían tratarse en un juzgado concreto, que «se dedicara única y exclusivamente a la violencia de género». La idea del fiscal jefe es que, pese a tener sede en Ciudad Real, su ámbito fuera mayor e incluyera Almagro y Daimiel. «Coger varias sedes y tener un juzgado que se dedicara únicamente a esta materia», dijo.