Ricardo Fernández del Moral se considera daimieleño por los «cuatro costados». Tras haber pregonado las fiestas patronales de 2014, ahora afronta la responsabilidad de dar el pistoletazo de salida a la Semana Santa de Daimiel. Una elección que se fraguó en una de las últimas reuniones de la Junta de Hermandades y en la que sus componentes propusieron varios aspirantes, pero el cantaor y guitarrista flamenco se hizo con el mayor número de votos. Así, tras haberle comunicado la noticia, afirma que no se puede negar. «Lo pide mi pueblo y lo haré», comenta con satisfacción,
Fernández del Moral ganó, en el año 2012, la 52 edición del Festival Internacional del Cante de Las Minas en el que, además de la Lámpara Minera, también consiguió los Primeros Premios por Soleá, Malagueña, Tonás, Tarantas y Mineras. Desde entonces, su vida dio un cambio de 360 grados y ha participado en los festivales «más importantes» de España y del resto del mundo, como Japón y Colombia, entre otros muchos lugares, y a los que en noviembre sumará Nueva York, donde dará un concierto en la Universidad Estatal.
Fernández del Moral comparte su pasión como cantaor y guitarrista flamenco con la de cofrade. Recuerda que esa devoción por la Semana Santa se vivía ya en casa siendo un niño. Cofrade de a pie, desde que nació pertenece a la Hermandad del Cristo de la Columna y la Virgen de la Amargura, conocidos en el municipio como 'los coloraos', con la que ha procesionado todos los años. «No he faltado ni uno», sentencia, al tiempo que asegura que ser el pregonero de la Semana Santa le ha pillado «totalmente por sorpresa», pero noticia la recibió con «ilusión». «Seguro que hay muchos candidatos que reúnen quizás más condiciones por su vida cofrade. Es todo un honor y un orgullo, y si lo ha decidido mi pueblo lo haré», argumenta.
En declaraciones a La Tribuna, recuerda que ya en 2020 la Junta de Hermandades se interesó en organizar una actuación de saetas con el cantaor, pero «finalmente la pandemia la paralizó». De momento, a varios meses aún para dar la bienvenida a la próxima Semana Santa, asegura que no se ha puesto a escribir ese pregón en el que seguramente la palabra y la fe compartan protagonismo con la música. «Poco a poco voy asimilando la noticia, pero lo que tengo claro es que la música tendrá lugar. No sé si cantando, pero si hablando de ella», añade, al tiempo que señala que las saetas siempre han estado muy presentes en su vida, pero de forma privada, a excepción de hace unos años, cuando durante unos minutos abandonó la procesión para cambiarse la vestimenta de nazareno por la de paisano y cantar una saeta a su Virgen en un recorrido «más estrecho y con menos afluencia de gente y menos ruido». Un hecho, reconoce, que no publicitó de cara a que fuera «algo muy íntimo y más personal».
Asegura que pregonar es «mucho más difícil» que cantar flamenco al tenerlo «menos en uso», por lo que «siempre es un reto». «Para mí es más cómodo cantar que hablar delante del público, pero pregonar la Semana Santa es un reto muy ilusionante», subraya.
Hasta entonces, Ricardo Fernández del Moral tiene por delante otros muchos compromisos. Así, el próximo 1 de noviembre se embarcará en un barco «histórico» de 1905 con motivo de una travesía flamenca con el que recorrerá los puertos de Cartagena, Málaga, Almería y Cádiz. Durante ocho días estará a bordo de este barco con solo 40 camarotes, pero en los que se hablará del flamenco a través de charlas y conferencias. Después, y tras actuar en Toledo, dará un concierto en la universidad del Estado de Nueva York. Será el 16 de noviembre con motivo del Día Mundial del Flamenco.